Por ahora se fueron las sobrefacturaciones, pero los usuarios no pueden aún asimilar en su real magnitud la crueldad de las autoridades de la ANDE para inflarles injusta, ilegal y arbitrariamente sus facturas, en plena época de carestía, desempleo y falta de dinero. (Foto: Noticiero Paraguay).

La fuerte presión ciudadana, con el acompañamiento permanente y sostenido del senador Salyn Buzarquis a favor de los intereses ciudadanos, logró finalmente hacer retroceder a las autoridades de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) y de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), quienes acorraladas por las críticas cancelaron finalmente las facturas de consumo emitidas durante la cuarentena por ser consideradas abusivas.

El vicepresidente primero de la Cámara Alta, Martín Arévalo, presidió este jueves la sesión ordinaria a través de la plataforma virtual, y tras un extenso debate el Pleno aprobó con modificaciones el Proyecto de Ley “Que cancela y anula las facturas emitidas por la ANDE y la Essap durante la cuarentena sanitaria”, presentado por el legislador Enrique Salyn Buzarquis.

El proyectista manifestó su rotunda oposición a que se postergue nuevamente el tratamiento del punto, luego de que algunos legisladores manifestaran la necesidad de que sean atendidas también las explicaciones de las autoridades de ambas instituciones, lo cual no prosperó.

Arévalo informó acerca de una reunión previa con el titular del ente energético, Ing. Luis Villordo, para analizar la situación declarada y también oyeron sus explicaciones en la oportunidad que el Pleno requirió informes al Poder Ejecutivo sobre lo actuado hasta la fecha en el marco de la Ley de Emergencia.

Por su parte, el legislador Sergio Godoy calificó las sobrefacturaciones como una estafa, al procederse a confeccionar las tarifas por un monto que no se compadece del servicio recibido, y propuso que sean leídos de nuevo los medidores.

“Si se cobró de más, que se les descuente a los perjudicados de la próxima factura”, señaló.

Se desconoce aún el mecanismo que utilizarían los dos entes “estafadores” para devolver a los usuarios los montos sobrefacturados, pero queda en el ambiente la sensación amarga de haber sido blanco de la ambición perversa de autoridades que en el momento de confeccionar las boletas no pensaron dos veces antes de aplicar las “vacunadas” inclementes y dolorosas, más aún en plena pandemia, cuando los contribuyentes están con algún tipo de problema financiero.

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