Mientras Brasil movía su inteligencia para atrapar a Marcus Vinicius, el entonces ministro Giuzzio aparecía sin rubor con el capo del narcotráfico internacional, en una muestra de baja calidad de la autoridad impuesta por su amigo Marito. (Foto: Diario HOY).

Apelando a la maquinaria mediática, el ex ministro del Interior Arnaldo Giuzzio dispara artillería pesada contra el cartismo al que acusa sin pruebas de estar detrás de la imputación que soporta por su presunta conexión con carteles de la droga, y en vez de realizar descargos documentales sobre la grave denuncia que pesa en su contra, arremete a quemarropa en medio del repudio ciudadano que aún se pregunta cómo es que el presidente de la República le sigue manteniendo a su lado con todos los honores.

La propia Fiscalía General del Brasil remitió pruebas y evidencias documentales que comprometen gravemente la responsabilidad penal del ex ministro amigo de Marito por sus vínculos con el capo del narcotráfico Marcus Vinicius Espíndola.

Giuzzio alegó en su momento que desconocía antecedentes o prontuario de Marcus Vinicius, a pesar de que el narco brasileño venía arrastrando órdenes de captura internacional por casos comprobados de tráfico de drogas, lavado de dinero y un sinfín de asesinatos y crímenes de variado tenor investigados por la fiscalía de su país.

Cuando salió a la luz el prontuario del capomafioso y su conexión con el entonces poderoso ministro del Interior nombrado por Marito, éste siguió manteniéndole en el cargo y le expresó su confianza, hasta que la situación llegó a niveles insostenibles y tuvo que destituirle con piolita, porque, a pesar de todo, le sigue sosteniendo bajo el paraguas oficial como “asesor” y “filtrador” de información confidencial para ser utilizado con fines electorales.

“Giuzzio y su abogado lo que deberían hacer, en vez de intentar ganarse indulgencias con el socorro de la prensa amiga, es preocuparse en refutar con pruebas las graves acusaciones, pero seguramente no podrá hacerlo porque está metido hasta la coronilla con el narcotráfico”, posteó este martes en su sitio social el indignado Mateo Carrillo Sanz.

Tras concentrar su artillería verbal contra la figura del ex ministro, señaló que “el narco brasileño Marcos Vinicius figuraba entre los 10 criminales más buscados del Brasil, pero nuestro paladín justiciero, ex ministro de la Senad, no estaba enterado a pesar de manejar a gusto y paladar la inteligencia del Estado”.

“Qué bárbaro este personaje que en su momento fue un buen fiscal anticorrupción. Cuánta decepción. Se quedó sin resto moral y ahora en manos de la mafia”, opinó Sebastián Miranda.

Soledad Cabrera señala en su red social: “Un ministro del Interior que mantenía vínculo comercial con uno de los mayores narcos del continente alega que no sabía nada. ¡Solo en Paraguay!”.

“Ese abogado defensor de criminales debería contar la verdad de la historia. La incautación del teléfono (que compromete a Giuzzio) se hizo en Brasil y por tanto las extracciones las hizo la Fiscalía de ese país, y eso es lo que enviaron al Ministerio Público de nuestro país. ¿O acaso están queriendo decir que la propia Fiscalía de Brasil está manejada o comprada por HC?”, apuntó Celestino Obregón.

“Maénaaa, santo inocente este Giuzzio. ¿Acaso las investigaciones brasileñas son interesadas o electoralistas como acá. Sean serios y coherentes señores de la prensa. Basta de defender a criminales”, puntualizó Carlos Alberto Mena.

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