Con cara de «yo no fui», Arregui se defiende con el ataque, declarándose inocente de cargos vinculados con traición, asociación criminal y otros delitos penales. Confió en la eterna impunidad y está a un paso de la cárcel.

“Es una acusación política”, afirmó de forma descarada y sin ruborizarse el poderoso exministro de la Seprelad en la época de Marito, Carlos Arregui, en un vano intento contrastado por las evidencias de desviar la atención sobre los graves cargos penales en su contra contenidos en la denuncia del expresidente Horacio Cartes que motivaron su imputación, junto con otros seis jerarcas del abdismo, incluido el propio Mario Abdo Benítez.

Supuestas filtraciones de informes de inteligencia de la Seprelad, denuncia falsa, simulación de hechos punibles, persecución de inocentes, asociación criminal y usurpación de funciones públicas, entre otros cargos, enfrenta Arregui, quien salió de su termo dorado este martes para decir ante medios aliados que él no cometió delito alguno y se declara víctima de “persecución”, pasando olímpicamente por alto su papel criminal de “soplón” al entregar en bandeja a los holdings mediáticos líbero-abdistas dossieres completos de documentos confidenciales al solo efecto de vincular al “enemigo” Horacio Cartes con delitos y crímenes y sacarlo del ruedo electoral.

El también exfiscal anticorrupción tildó al abogado de Cartes de elucubrar fantasías en su contra y de ejercer presión fiscal para ponerle contra la pared como parte de la “instrumentación política” en su contra.

Al tratar de justificar su actuación en la perversión electoral pasada, Arregui dijo sin presentar evidencias de que tiene la forma de demostrar su inocencia de los graves cargos penales, en flagrante contraste con las pruebas y elementos de convicción obrantes en la carpeta fiscal que motivaron su imputación.

En el mismo sentido que la mayoría de los demás imputados, trató de defenderse con el ataque y sostuvo que muchas causas denunciadas contra Cartes y su equipo “jamás fueron investigadas”, en comparación a su caso que tuvo “tratamiento récord”.

Arregui había sido destituido con piolita luego de que el gobierno de su amigo Abdo Benítez no tuviera argumentaciones para desmentir la gravísima denuncia de la Gafilat (Grupo de Acción Financiera de Latinomérica contra el lavado de dinero y el terrorismo), que denunció la filtración de documentos confidenciales con objetivo electoral.

De acuerdo a datos, el propio Marito había ordenado la campaña de persecución masiva y sin censuras contra el cartismo, haciéndose responsable de eventuales consecuencias.

“Marito le arrastró a medio mundo en su cruzada maligna, y ahora nadie, ni él mismo, podrán sortear el rigor de las acusaciones, que vienen fundamentadas en carpetas abiertas, a consideración del observatorio crítico”, postea este miércoles un referente cartista con referencia a las celebradas imputaciones en cadena.

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1 Comentario

  • Severiano Riveros, 13 de marzo de 2024 @ 12:56 Reply

    Excelente como siempre.

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