Entonando la canción Patria Querida y consignas como «El pueblo no se vende», los manifestantes reivindican derechos consagrados a la vida digna. «¡Fuera el vertedero!», vociferaron ruidosamente este jueves.

La población de Arroyos y Esteros se ha posicionado en estado de alerta permanente por la inminente construcción de un vertedero de grandes dimensiones destinado a depósito de basuras de todo el departamento de Cordillera que, de acuerdo a los datos, cuenta con resolución de aprobación del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) y la complacencia en grado de protagónico del gobernador Denis Lichi y el propio intendente municipal arroyense, José Vera Filippi, señalados de ser impulsores del proyecto.

De acuerdo a los datos, de construirse el vertedero con seguridad contaminará el río Piribebuy que cruza a escasos metros del lugar y al mismo tiempo las poblaciones de Mainumby (distrito de Arroyos y Esteros) y Coronillo, esta última un territorio social perteneciente a la comuna de Tobatí, donde habitan alrededor de 200 familias con decenas de niños y personas vulnerables que de esta manera se exponen a las graves consecuencias derivadas de la polución del aire y de los cursos de agua, entre ellos estanques, lagunas y crecientes en número indeterminado.

“Que sepan las autoridades responsables, especialmente el ministro del Mades Rolando de Barros Barreto, el gobernador Lichi y el intendente Vera Filippi que no vamos a bajar los brazos en esta cruzada que iniciamos en defensa de nuestra propia vida, del futuro de nuestros hijos y de la salud ambiental de un lugar donde coexiste una fauna variada y donde se produce azúcar orgánica destinada a una veintena de mercados de Europa, entre otros daños directos”.

Así denunció una indignada social en el transcurso de una de las cuatro manifestaciones recurrentes realizadas este jueves en Arroyos y Esteros por parte de una organización civil arroyense y otra similar de Coronillo que reivindican el derecho a la salud y el bienestar de la gente.

Las medidas de fuerza tuvieron lugar frente al local de la Municipalidad, la vivienda familiar del gobernador Lichi, la casa del intendente Vera Filippi y frente al cuestionado vertedero en construcción.

Los manifestantes reivindicaron sus derechos y exigieron la anulación inmediata de la Resolución del Mades que aprueba el funcionamiento del vertedero en abierta transgresión de leyes y normas elementales del Derecho Ambiental y coloca en situación de peligro inminente a centenares de familias.

El basural empezó a ser construido en el entorno inmediato del asentamiento Coronillo y a menos de 1 kilómetro del distrito de Mainumby, donde fue visto hace unos días el gobernador Lichi haciendo recorrido por el lugar, por lo que no puede alegar desconocimiento y mucho menos autorizar la peligrosa obra hecha totalmente a contramano del orden social, señalan los indignados.

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