El entonces titular de la ARP sale del Palacio de Gobierno, adonde fue a denunciar la inseguridad en el norte, que esta vez le afecta al mismo con el ataque a su establecimiento ganadero por parte de presuntos miembros de la banda terrorista ACA-EP.

Tal como lo viene practicando cada cierto tiempo desde hace dos décadas, el terrorismo de nuevo hizo su aparición en el norte con el ataque a la estancia Diamante el pasado jueves, en medio de la preocupación generalizada por la persistencia de hechos violentos e impunes que ponen en jaque a la población, especialmente a inversionistas que dan trabajo a gente humilde de la región.

Este nuevo caso se produce 7 meses después del sonado caso de secuestro del político y empresario Oscar Denis, y en el mismo mes en que fueron atacados otros dos establecimientos ganaderos por parte de la misma agrupación Acción Campesina Armada-Ejército del Pueblo (ACA-EP), cuyos detalles manejan los investigadores.

De acuerdo a los datos, la estancia Diamante está registrada a nombre del ex presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Dr. Luis Villasanti, quien no se encontraba en su propiedad a la hora en que dos desconocidos que alegaron ser miembros de ACA-EP aparecieron en el retiro del establecimiento y tras reducir al personal profirieron amenazas.

Una de las exigencias es que dejen de activar los tractores en los montes para evitar la deforestación, y la otra es que procedan a repartir carne a las familias de la zona, sin dar mayores detalles como lugares y volumen.

Según los informes, los propietarios no hacen deforestación, y el trabajo de los tractores se limita a actividades propias de un establecimiento productivo, en este caso el mejoramiento del suelo para regenerar la pastura degradada.

La reacción inmediata de Villasanti, una vez alertado sobre el ataque, fue acudir a los servicios de seguridad, que se encuentran en el lugar levantando información, tal como proceden en casos similares, con nulos o escasos resultados.

Los intervinientes levantaron evidencias de violencia, entre ellas disparos con armas de fuego a dos vacas y un caballo, que resultaron muertos, a más de un tanque para agua y algunas herramientas del personal que fueron dañados a balazos.

En base a declaraciones de los afectados, los investigadores sospechan que los dos atacantes estaban respaldados por otras personas desde la distancia, posiblemente para actuar en caso de reacciones, lo cual no ocurrió.

El solitario par de atacantes llevó a su huida algunos víveres, señala el informe del caso, que llama la atención sobre el hecho de que los desconocidos se desplazaban a pie, en un sector accidentado donde es imperioso el uso de vehículos, especialmente camionetas y motos.

Con el correr de las horas se conocerían más novedades del caso, especialmente las características de los atacantes y otros datos que lleven a confirmar su pertenencia al grupo armado ACA-EP.

El ataque se produjo en el mismo sector de Paso Barreto, departamento de Concepción, donde fue secuestrado el ganadero y actual senador Fidel Zavala el 15 de octubre de 2009.

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