A través del programa Ñande Kamby, los industriales lácteos buscan instalar la leche como alimento esencial en el desarrollo de los niños y las niñas, basados en la gran cantidad de valores nutricionales y otras ventajas comparativas.

La leche es un alimento que se debe consumir en todas las etapas de la vida, pero especialmente durante la infancia, ya que favorece el crecimiento y desarrollo de los niños. En ese contexto, el programa escolar del vaso de leche cobra gran relevancia y se considera uno de los pilares que sostiene el desarrollo integral del estudiante.

Así lo manifiesta Erno Becker, presidente de la Cámara Paraguaya de Industriales Lácteos (Capainlac), al explicar que, gracias al programa del vaso de leche, miles de niños y niñas de todo el país tienen acceso a nutrientes esenciales, no solo para su crecimiento físico, sino también para su formación intelectual.

Explica que en un vaso de leche hay grandes concentraciones de calcio que el organismo puede absorber y utilizar, a más de proteínas de buena calidad, vitaminas (A, B1, B2, B12 y D), lípidos y otros importantes minerales como potasio, fósforo y magnesio.

La importancia de la calidad de la leche y del sistema de envasado son algunos de los elementos claves para garantizar la seguridad alimentaria y así ofrecer alimentos sanos y seguros a los niños.

Por otra parte, el envase aséptico de Tetra Pak protege la calidad del alimento sin necesidad de preservantes ni conservantes, y no requiere de la cadena de frío durante su transporte y almacenamiento, permitiendo la conservación del alimento cerrado hasta por seis meses desde su fabricación.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de 3 porciones de lácteos por día, ya sea de leche o sus derivados (yogur y queso), para cubrir los requerimientos de calcio dentro de una dieta variada y equilibrada.

En Paraguay se dan avances significativos en ese sentido, aunque aún no se llega al mínimo de 180 litros per cápita por año establecido por la OMS, señala Becker, al indicar que el programa de alimentación escolar, a través del vaso de leche, contribuye a llegar a ese objetivo.

El referente gremial indica que, dada la situación socioeconómica que impera en algunas comunidades, el vaso de leche que reciben los niños, como parte de su merienda escolar, es el único alimento sustancial al que acceden durante el día, cumpliendo una función que trasciende más allá de la función nutricional.

“En muchas localidades, el vaso de leche es la razón por la que los niños y niñas van a la escuela, y este alimento es el que les ayuda a asimilar el aprendizaje, entre otros múltiples beneficios”, agrega.

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