Los habitantes de Nanawa acusan los golpeteos del gobierno y lamentan la estigmatización de su única fuente de trabajo que es el comercio. «El gobierno siempre quiso sepultarnos pero logramos resucitar porque tenemos que sobrevivir», disparan.

Una comerciante de la ciudad chaqueña de Nanawa aledaña a Asunción emitió un conmovedor mensaje al país en el cual narra con crudeza la situación de apremios cíclicos que ha padecido la zona desde tiempos inmemoriales y la valentía de la gente para resucitar y reinventarse ante la necesidad de sobrevivir.

Calificó de lamentable que el nuevo gobierno les dé la bienvenida con garrotazos y balines de goma, ninguneando derechos consagrados por los habitantes, entre ellos el dedicarse a la única actividad rentable del lugar como es el comercio menor, ante la falta absoluta de otras fuentes de trabajo.

Criticó con dureza el estigma cargado falsamente a los hombros de las familias de Nanawa que son tratadas de contrabandistas cuando, en realidad, se trata de personas valientes, sacrificadas y honestas que luchan por el pan de cada día.

Por considerarlo de interés, publicamos partes esenciales del escrito en cuestión, que lleva la firma de Pablina Verón, vicepresidenta de la Asociación de Comerciantes de Nanawa:

“En Nanawa necesitamos presencia del Estado. Somos paraguayos que solo sabemos trabajar y por décadas solo hemos vivido y resucitado de varias circunstancias que la vida nos puso como seres humanos, especialmente al trabajador.

“Venimos de padres sacrificados, luchadores y honestos que ponían hombro y vida en la frontera.

“Nuestro gobierno corta la libre circulación para los trabajadores que buscan economía en la frontera.

“Los fronterizos somos golpeados por inundaciones, somos golpeados por la devaluación de monedas, somos golpeados por pandemia, somos golpeados por los bancos que sin piedad nos intiman para cobrar sus préstamos con altos intereses en las refinanciaciones, pero como fronterizos debemos seguir luchando para no fundirnos y poder estar un poco mejor.

“El fronterizo es tratado de contrabandista, el fronterizo es tratado de menos, pero ¿qué pasa cuando llegan épocas de elecciones? Al fronterizo le visitan prometiendo miles de cosas para que estemos mejor, pero ese ‘estemos mejor’ nunca llega.

“Estamos peor. Peor porque nos cortan las alas para el libre comercio de nuestros productos que ofrecemos comprados de la hermana ciudad de Clorinda. Nosotros compramos esos productos, no lo robamos. Tanta intensidad y persecución no veo que el gobierno ponga en perseguir a los asesinos, ladrones de Estado, que sin problemas siguen disfrutando de sus privilegios.

“Gente, abramos los ojos y exijamos un Nanawa moderno y oficinas aduaneras equipadas para el despacho simplificado de los productos, para trabajar mejor”.

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