La foto captura de pantalla muestra los restos de revoque caídos del techo sobre una paciente de 84 años de terapia intensiva. El hecho expone la negligencia criminal del gobierno de Marito en la atención de la salud pública ante el silencio cómplice de la prensa amiga.

La complicidad de los grandes holdings mediáticos aliados con el gobierno anterior es culpable en parte del desastre de la salud pública del Paraguay, que este martes hizo metástasis con el sorprendente desplome de una parte del techo del área de terapia intensiva del hospital de enfermedades respiratorias Ineram, ubicado en pleno urbano de Asunción.

Los reportes indican que los materiales derrumbados cayeron sobre una paciente de 84 años que guardaba cama por un cuadro grave de pulmonía y que debió ser trasladada de urgencia para ser tratada de los golpes físicos y emocionales que sufrió, y este miércoles se encuentra estable según los médicos que la atienden.

“Esto viene de hace mucho tiempo. Este hospital nunca recibió el mantenimiento requerido porque cada director que viene se interesa solo en la parte médica y el resto queda a disposición de la suerte. Ahora se cayó el techo, mañana puede desplomarse todo el hospital, que tiene casi un siglo y a simple vista expone el desastre de su cuidado y casi nula inversión”, afirmó un médico del Ineram tras ser abordado por La Mira bajo el régimen de anonimato.

El director anterior del Ineram es el Dr. Carlos Morínigo, a quien culpan del accidente en terapia intensiva.

“Tiene que hacerse cargo de su negligencia porque otra cosa no es. Acá hubo una serie de descuidos que debe ser reparado”, apuntó nuestra fuente.

“Lo peor de todo es que los diarios y la televisión están queriendo culpar de este desastre a la administración actual del hospital y, sobre todo, al gobierno de Santi Peña, a quien tienen entre cejas después del desplome electoral de su amigo Marito”, comentó entre paréntesis Eladio Basualdo, familiar de un funcionario antiguo del ex hospital Boettner.

Radios, diarios y televisión aliados a Abdo Benítez acallaron durante todo el gobierno anterior los abusos de gestión, la corrupción campante y la inoperancia del gobierno de Marito, seguros de que una victoria electoral en las generales de abril pasado hubiera significado la continuación del festival de prebendas y beneficios de variado calibre, entre ellos las millonarias licitaciones y, fundamentalmente, la impunidad para casos donde los dueños de medios estarían comprometidos con el contrabando y el lavado de dinero, entre otros delitos.

El diario La Nación publicó una serie de investigación basada en fuentes de la oficial Contrataciones Públicas que alude explícitamente a 165 licitaciones multimillonarias “ganadas” por el Clan Zuccolillo durante el gobierno de Marito, de las cuales 42 fueron adjudicaciones directas, un recurso utilizado para pasar por encima de la burocracia de selección y favorecer sin vueltas a amigos y aliados.

Según el matutino, el silencio de los medios se corresponde con los regalos de Abdo Benítez, que en los hechos han significado sumas colosales de la caja pública a la cual no tienen acceso los “comunes” sino la exclusiva casta amiga del poder.

Extrañamente, Marito y sus amigos aún no han sido denunciados por lesión de confianza, tráfico de influencia y otros tipos de tráfico, asociación ilícita, lavado de dinero y otras perlas del gobierno anterior.

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