La original familia horqueteña mantiene intacto un monte virgen y en el entorno crían animales silvestres, aves de corral, animales menores y vacas lecheras; a más de ello, elaboran chipa y generan ingresos propios, en un ejemplo digno de imitar.

HORQUETA (Por Freddy Rojas Martínez).

Una familia vive en lo que podría llamarse “paraíso terrenal”, ubicado en un lugar denominado Callejón 40, distante a unos dos kilómetros al norte de esta ciudad.

La familia cuenta con un bosque de diez hectáreas donde los miembros crían animales silvestres. Las personas mayores del clan familiar son los esposos Félix González y Mercedes Salinas, quienes con sus hijos, nueras, yernos y nietos habitan en el fondo de un verde, fresco y atractivo bosque.

Mercedes es hija de la conocida Ña Joaquina Salinas, quien elaboraba y vendía las más exquisitas chipas desde mediados del siglo pasado hasta los años 90, y falleció el 3 de febrero de 1992.

Ña Joaquina ofertaba sus chipas en la ciudad y en el estadio de la Liga Horqueteña de Fútbol, que se encontraba en el sector urbano de esta ciudad, obteniendo buenos ingresos económicos. Actualmente, sus familiares continúan elaborando las chipas con la misma receta de Ña Joaquina, que venden en esta ciudad y les redunda beneficios económicos.

Félix González señaló que el bosque se mantiene virgen porque es una riqueza poco valorada, e indicó que crían animales silvestres como venado, carpincho, avestruz, papagayo, y suelen acoplarse a la original fauna traviesos monos que aparecen ocasionalmente desde adentro del monte.

Además de la producción de la chipa, se crían aves de corral, animales menores, vacas lecheras y frutos del monte.

La familia se siente satisfecha con el fruto de su esfuerzo y coinciden en calificar su establecimiento como una verdadera riqueza.

La máster en Ciencias Ambientales, Antonia Martínez, valoró la actitud de los dueños de las tierras, e indicó que son un ejemplo para los terratenientes, propietarios de miles de hectáreas de tierras que deforestan masivamente los bosques para la cría de ganado y el cultivo extensivo de soja.

Sostuvo que los bosques son los pulmones del planeta que purifican el ambiente y constituyen el hábitat de los animales silvestres e indígenas que están en vías de extinción.

La profesional explicó que los árboles absorben el dióxido de carbono, que producen los vehículos por los gases que emanan de los escapes y también el humo de las grandes industrias y al absorberlos los convierten en oxígeno.

Manifestó que el dióxido de carbono lanzado a la atmósfera contribuyó para que se destruya la capa de ozono y consecuentemente en el calentamiento global.

Martínez instó a las autoridades que elaboren un plan para la reforestación del territorio nacional, para que las nuevas generaciones de habitantes de nuestro país cuenten con un ambiente más saludable y digno donde vivir.

Advirtió que los gobernantes no tienen en cuenta esta realidad y los grandes inversionistas no tienen en cuenta los recursos forestales, por lo cual continúan deforestando masiva e impunemente los últimos bosques del país para el cultivo de la soja o la cría de ganado.

Recordó que la ley de deforestación cero aprobada por el gobierno en los años 90 no se aplica y los terratenientes tienen plena libertad para hacer lo que quieren, porque no tienen límites.

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