Diputados juran cumplir con su misión constitucional de legislar para el país, pero en el primer día de sesión se pasaron tiroteando y repitiendo la misma retórica de descalificativos, en un derroche inclemente de tiempo y dinero del pueblo que les paga sus salariazos.

En lo que parece ser la temática que nuevamente este año imperará en el Congreso Nacional, los diputados de la nación llevaron a la práctica un ingenioso y creativo vocabulario de términos soeces y descalificadores contra el bando contrario.

Se tenía la esperanza de que este año, en consonancia con los nuevos tiempos políticos instalados con las nuevas autoridades de la República, este peculiar estilo “made in Paraguay” de legislar modificaría o disminuiría el habitual tono de vehemencia al que nos tenía acostumbrados, pero por lo visto este miércoles en la Cámara Baja la conclusión es clara con respecto a la repetición de paradigmas de odio, discriminación y división que no se limitan al estrado parlamentario sino se extiende a toda la población.

Uno de los más vehementes tiroteadores resultó ser el diputado encuentrista Raúl Benítez, quien ensayó una colección de diatribas para justificar su acerba crítica a los cartistas considerados “enemigos”.

El punto que degeneró las ácidas declaraciones fue la acusación de que Honor Colorado maneja un mismo tenor de “copamiento” de poder y autoridad traducidos en totalitarismo, en el sentido de dominación absoluta de cargos y otros tipos de puestos de mando en la función pública con salariazos de primer mundo.

Como si esto fuera poco, el correligionario y amigo de la recientemente destituida senadora Kattya González fue más allá y culpó al entonces presidente de la República, Horacio Cartes, de orquestar y dirigir técnicamente el atropello al local del PLRA que degeneró en la muerte del activista Rodrigo Quintana en abril del 2017.

Las reacciones no se hicieron esperar, y uno de los primeros en contraatacar fue el diputado Yamil Esgaib, quien suelto de cuerpo le dijo en la sesión a su colega Raúl Benítez que el misma se manifestaba por boca de ganso en señal de repetición extendida de la retórica de la oposición.

“Andá decile a Kattya que te deje de manipular”, espetó el parlamentario cartista al opositor encuentrista, tras criticar el lenguaje soez cargado de sofismas (mentiras) urdidos para descargar furia contra el adversario de turno.

En el mismo sentido, la ex fiscal Rocío Vallejo que ocupa una banca en Diputados alardeó de sus supuestos conocimientos y formación académica, tratando de desmeritar la posición de Esgaib, quien había sido suspendido de su curul por exabruptos considerados fuera de lugar contra un colega opositor.

“Si así comenzamos, ya veo cómo vamos a terminar”, opinó un indignado social este jueves, luego de escuchar los disparos verbales entre los diputados quienes, lejos de hacer su trabajo y legislar para el país, desperdiciaron tiempo, y dinero de los contribuyentes, en asuntos de exclusiva competencia personal o sectorial.

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