El esquema de perversión financiera en el IPS amerita la intervención de la Contraloría General, que mediante un procedimiento logra mantener en suspenso un negociado multimillonario en la adjudicación dirigida del servicio de limpieza.

El servicio de limpieza en IPS se ha convertido en un búnker de corrupción y enriquecimiento ilícito, según investigaciones del diario La Mira basadas en fuentes de la previsional que alertan sobre la impunidad reinante y la práctica sistemática de licitaciones amañadas y sobrefacturadas para los amigos que están llevando a la quiebra a la institución y a niveles insostenibles de mala atención a los asegurados y jubilados.

De acuerdo a los datos, la empresa Potî S.A. ha sido adjudicada por G. 4.181.249.997, y declaró un listado de 84 personales de servicio; Cevima, otra niña mimada del IPS, fue adjudicada por G. 30.708.383.634, declarando 481 personales, mientras que Potî, de Alberto Palumbo, fue adjudicado por G. 38.475.000.000, y declaró 684 personales.

Llama la atención la diferencia de personales entre las empresas adjudicadas, especialmente la escasa cantidad de 84 limpiadoras que declaró la empresa Potî S.A.

De esta manera, supuestamente 1.249 personales están encargados de la limpieza del IPS, según declararon las empresas adjudicadas con G. 73.000 millones para el año 2021.

Si multiplicamos esta cantidad de personal por el salario mínimo vigente (G. 2.289.324 mensuales), el resultado es de G. 2.859.365.676, que supuestamente desembolsan las empresas por el trabajo de las limpiadoras.

Sin embargo, lo que realmente ganan las limpiadoras, según la cuenta personal de cada una de ellas que cobra a través de tarjetas de débito, es de G. 1.400.000 mensuales, con lo cual los 1.249 personales declarados por las empresas perciben anualmente G. 1.748.600.000, lo cual hace una diferencia con el sueldo mínimo de G. 1.110.765.676.

“Esta sideral suma es la coima que se embolsan el presidente del IPS Vicente Bataglia; los consejeros Ricardo Oviedo, Ludia Claudelina Silvera, Miguel Doldán, Gustavo Arias y Roberto Brítez, más el director del servicio administrativo (la dirección más corrupta de toda la historia del IPS), Arq. José María Segalés (ex director del servicio administrativo, hombre de confianza y brazo derecho del presidente de IPS Vicente Bataglia), quien es hermano de la gerente de recursos humanos de Potî S.A., Montserrath Segalés”, afirmó Lovera Cañete.

Con una disponibilidad presupuestaria de G. 19.478.518.000, los popes de la previsional adjudicaron por G. 73.364.633.631, y declararon una deuda flotante de G. 53.886,115.631, que comprometen dos ejercicios fiscales, y para cubrir el agujero acudieron a financiación bancaria con un interés de 6,6% anual, pero irónicamente la plata del IPS está colocada a la vista en esos mismos bancos a 1,7% de interés, lo que da una diferencia de 5,3% de interés anual.

“Si este 5,3% de diferencia traducimos en números del total de G. 53.886.115.631 de deuda flotante, tenemos la suma de G. 2.855.964.128, que es la coima que reciben Bataglia y sus amigos consejeros de parte de los bancos”, explicó nuestra fuente.

“De esta manera, tenemos que la suma de las coimas alcanza la friolera de G. 3.966.729.804, que es la coima total que reciben Bataglia y los consejeros”, expresó.

Sostuvo que Bataglia pretende adjudicar actualmente G. 109.382.873.664, que implica G. 36.018.240 más que el monto anterior de G. 73.364.633.631, en plena campaña electoral del oficialismo.

“En otros términos, el presidente del IPS quiere aumentar la coima de G. 3.966.729.804, que sumada a la última adjudicación totaliza G. 39.984.969.857, que es la coima total del año 2022”, alegó Lovera Cañete tras aclarar que esta adjudicación se encuentra en manos de la Contraloría General de la República.

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