Los laboratorios de producción de medicamentos y empresas representantes de fármacos internacionales acumulan ganancias siderales a costa de los enfermos en Paraguay; muchos pacientes deben hacer malabarismos para comprar un remedio, afirmó el senador Santacruz.

El senador Pedro Santacruz sorprendió a la ciudadanía en sesión virtual del pasado jueves con la presentación detallada y ordenada de una planilla de comercialización de productos farmacéuticos en nuestro país, donde consta el ID correspondiente a las licitaciones de referencia, las instituciones afectadas a las compras y los precios de referencia de fármacos puntuales, a manera de ejemplo y consideración, con vistas a tomar nota e iniciar las investigaciones correspondientes que culminen en el fin del reinado impune de las empresas químicas o laboratorios de producción o distribución establecidas en Paraguay.

Abordado por La Mira, Santacruz afirmó que el objetivo principal de su presentación consistió en el planteamiento formal de la situación declarada con la cotización arbitraria e ilegal de los medicamentos en el mercado nacional, para que se haga un control exhaustivo y directo que acabe con el carnaval en la fijación de precios según a dónde van dirigidos, expresó.

“Urge analizar la ley de Dinavisa (Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud Pública) y actuar en consecuencia, eso es fundamental; de otra manera, vamos a seguir con este esquema de negociado que perjudica a muchos enfermos necesitados y especialmente carenciados, en beneficio de poderosos clanes empresariales vinculados con autoridades”, afirmó.

Al referirse concretamente al Artículo 38 de la Ley de Dinavisa (Decreto Nº 20.996/98), sostuvo que están establecidos valores sobre precios establecidos, “donde a simple vista, analizando el comportamiento del mercado, se puede apreciar la diferencia importante, a veces abismal, entre el precio de referencia y el precio comercializado en una institución pública, que en algunos casos supera de 3.300 por ciento, sin que nadie se dé por enterado, y esto no puede ser”, disparó el senador del Partido Democrático Popular (PDP).

En el listado de precios presentado por el senador Santacruz se pueden apreciar las irregularidades, especialmente las asimetrías de costos de productos específicos colocados en el mercado.

Así, por ejemplo, la provisión de un lote de ácido zoledrónico (para tratar la osteoporosis) fue adjudicada a la empresa Libra, de Uruguay, por 2.299.999.560 guaraníes, y el Ministerio de Salud Pública pagó por el producto 494 por ciento más caro que la Facultad de Medicina UNA, incluso a pesar de que la cartera sanitaria compró 2.030 unidades más.

El laboratorio nacional Quimfa vendió el mismo medicamento al Ministerio de Salud por un valor 555 por ciento más caro que el vendido al IPS.

El inhibidor gástrico Omeprazol, el laboratorio nacional NL Pharma lo vende en las farmacias 1.354 por ciento más caro que el precio de venta al IPS, expresa parte del informe de Santacruz, que hace mención solo de algunos medicamentos más utilizados y advierte que otras decenas, centenas o tal vez miles de otros tipos y marcas de fármacos tienen precios diferenciados, que enmarcan la extralimitación de las empresas proveedoras y el relajo en el control de los organismos de control públicos, que de esta manera se convierten en encubridores o cómplices de las arbitrariedades.

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