La pandemia no solo ha traído problemas orgánicos sino mentales, y en ese sentido los trastornos de ansiedad y depresión han disparado un promedio de 25% , acompañados de otros tipos de alteraciones o perturbaciones mentales.

Este lunes 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental por la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el objetivo de concienciar acerca de los problemas de salud mental en todo el mundo.

El lema de este año es: “Hacer de la salud mental y el bienestar una prioridad mundial”.

Según la OMS, luego del covid 19 se produjo un aumento del 25% en los diagnósticos de ansiedad y depresión en todo el mundo, y los principales trastornos detectados a causa de la pandemia a nivel mundial son el insomnio, el trastorno por estrés postraumático, la depresión y la ansiedad, mientras un artículo publicado a finales de 2021 en la revista The Lancet estima que los trastornos depresivos han aumentado un 27,6% y los de ansiedad, un 25,6%.

La salud mental es un tema que siempre ha estado presente; sin embargo, existe un gran desconocimiento al respecto.

Teniendo en cuenta que la pandemia profundizó los problemas relacionados a la salud mental que ya tenía la población, es necesario visibilizar y normalizar las conversaciones en torno a esto, generando las instancias para abordar el tema, para así derribar mitos y dejar los estigmas de lado.

Según la OMS, la salud mental “es un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad”.

La salud mental en los adolescentes es una cuestión que preocupa mucho más, debido a la etapa que trae grandes cambios y a veces lleva a ciertas situaciones que no pueden pasar desapercibidas.

La Lic. Vilma Jara, psicóloga clínica del Hogar Adolescente del Hospital Materno Infantil de San Lorenzo (Calle’i), afirma que existen varios desafíos y problemáticas en torno a la salud mental adolescente, y comentó que estos se dan por las diversas situaciones que afectan su bienestar emocional y también físico, ya que muchas veces no pueden desarrollar la capacidad de recuperación para hacer frente a diversas situaciones de la vida adulta.

“Desde el consultorio observamos algunos síntomas o trastornos mentales más frecuentes que aparecen en la población juvenil como ser trastorno de ansiedad, trastorno depresivo, trastorno del sueño, cutting (laceraciones que se autoinfligen), entre otros”, señala Jara.

Varios son los factores que llevan a los adolescentes a esta situación, entre ellos chicos que viven solos con mamá, con papá, con abuelos, con tíos, o extraños, no solo en familias desmembradas se ve esto, sino también en familias estructuradas donde se dan estas situaciones con respecto a padres exigentes o estrictos, por ausencia muchas veces de ellos por cuestiones laborales y quedan a cargo de personas extrañas.

Agregó que situaciones como el cutting o laceraciones en el cuerpo que ocurren es porque el adolescente tiene una inestabilidad del comportamiento emocional, impulsividad e imprevisibilidad e impotencia, desesperanza o falta de valor donde cuando se produce las heridas corporales es como un escape para ellos, porque eso altera su ánimo, y termina en un estado de confusión emocional que aparentemente les trae alivio a una situación que implica estrés, infligiéndose una herida en el cuerpo.

A esto hay que sumarle, que los adolescentes actualmente pasan menos tiempo interactuando con sus amigos y familiares en persona, cara a cara, afirma.

La Fundación Juan Rassmuss Echecopar trabaja desde 2018 apoyando al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social con la creación y funcionamiento de los espacios adolescentes Ñangareko, donde también brindan atención en el área de Psicología.

Estos espacios funcionan dando apoyo sanitario y emocional en el Hospital de Clínicas, Hospital de Barrio Obrero, Materno Infantil de San Pablo, Hospital de Fernando de la Mora, Hospital Materno Infantil de San Lorenzo (Calle’i), y Hospital de Luque. 

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *