La escribana Raquel Barreto sale de la sede del Congreso, adonde acudió infructuosamente a hacerle firmar al senador Richer el acta de intimación notarial por sus expresiones de violencia y odio ante invasores de la estancia Pindó.

El senador socialista Hugo Richer fue objeto de una intimación notarial por parte de propietarios de la estancia Pindó en poder de invasores desde el 2012.

El acta correspondiente solicita al ex presidente del Partido Comunista Paraguayo (PCP) que se rectifique o ratifique en expresiones vertidas el pasado 2 de octubre de 2020 en el predio de la finca violentada, ubicada en el distrito de Curuguaty, donde profiere acusaciones de variado calibre contra los propietarios legítimos del lugar y hace apología de la violencia al instigar abiertamente a los usurpadores a permanecer en la propiedad ajena, e incluso continuar con las invasiones en la zona bajo el argumento de que se trata de tierras malhabidas, en un discurso netamente populista, irresponsable y delictivo, sin aportar pruebas.

En un video grabado en el lugar, se observa al senador nacional dirigiéndose a los ocupantes ilegales del asentamiento 1º de Marzo de la Asociación de Productores Joaju, ante quienes promete “recuperar nuestra tierra”.

“Esta es una tierra malhabida, esto es un trueque realizado en la época de la dictadura por un avión en pésimo estado, parece que ni podía volar. Esta ocupación es una recuperación de nuestras tierras, nuestra tierra es la que estamos recuperando. La acción que ustedes realizan acá es parte de la recuperación de nuestras tierras”, arengó.

Señaló a los invasores que “la producción que ustedes realizan acá es un freno para los grandes capitalistas dueños de tierras, brasileros y paraguayos. Esto les ataja a ellos. Si ustedes no estaban acá, ellos ya iban a tomar todas estas tierras. Ellos destruyen la vida, esta es una acción comunitaria que hacen los compañeros y compañeras para defender la naturaleza, defender la vida y la vida de las futuras generaciones”.

La “producción” a la que se refería conscientemente Richer consiste en la depredación continua, irracional y criminal de bosques naturales de valor inconmensurable, a más de la práctica del abigeato, el cultivo de marihuana, la producción de carbón y el uso discrecional de la tierra ajena.

A pesar de todo este combo de destrucción y violencia, Richer se refiere a los invasores como “defensores de la vida y la naturaleza”, en una muestra de cinismo rampante que los propietarios califican de vergonzosa, más aún porque proviene de un senador de la nación, quien según la Constitución Nacional está obligado a ser ejemplo de ciudadano obediente a las leyes que ellos mismos sancionan por el bien del país y de la gente.

Hasta este lunes, Richer no se hizo encontrar en sus lugares habituales de presencia para que la notaria pública le haga llegar en propias manos el acta de intimación, a pesar de que sus asistentes en el Congreso afirmaron que le hicieron llegar al senador la información de que le estaban buscando para hacerle firmar el documento.

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