El presidente electo saluda con efusividad a su férrea cancerbera en un aparte de la sesión legislativa. El observatorio ciudadano celebró el gesto de ambos y coincide en señalar que hechos como estos le dan el necesitado toque de madurez a la política nacional.

Fue motivo de comentarios entre paréntesis el saludo personal que le brindó el electo presidente de la República Santiago Peña a la senadora liberal Celeste Amarilla, y hubo coincidencia total de que la legisladora por unos segundos se volvió colorada.

“Tal vez se sintió sorprendida porque, a decir verdad, creo que es la primera vez que un presidente del país saluda extendiendo la mano a una legisladora en plena sesión”, comentó en voz baja un correlí que ofició de testigo en el hecho.

Otros más destacaron tanto la corrección como el espíritu de madurez entre ambos protagonistas, como señales que deben reinar en cualquier ámbito de Estado y de gobierno, más aún en un momento sensible y muy delicado de la política paraguaya donde están en juego muchos factores de competencias e intereses variados.

“Llegó el día en que Celeste se puso colorada”, bromeó una parlamentaria que despertó la hilaridad de sus pares.

Santi estuvo acompañado de algunos miembros electos de su gabinete y un nutrido grupo de custodios que limitaron el saludo de terceros y levantaron críticas por ello.

Las reacciones de la gente no se hicieron esperar.

“Es lo cabría esperar de gente formada y políticamente madura”, opinó en su sitio social María Elena Samudio.

“Ojalá se repita”, indicó Juan José Ureta, tras señalar que “en un ambiente eternamente tenso, dominado por los exabruptos y descalificaciones, por no decir groserías mundanas, observar este tipo de hechos genera alivio y la esperanza de que algún día tengamos la suerte de contar con legisladores probos, serios en su trabajo y celosos de su lenguaje”.

“Bravo Santi, siempre apuesto y caballero con todos”, posteó por su parte Adelaida Fretes.

“Durante toda la campaña le critiqué a Santi por ser empleado del patrón y sostengo que durante toda su gestión de presidente va a ser una pieza más del engranaje cartista, pero en esta ocasión me saco el sombrero ante semejante muestra de humildad y caballerosidad con una correligionaria liberal, precisamente una de las que más dispara municiones verbales de grueso calibre contra el cartismo y el mismo Peña, que también con mucha generosidad devuelve el saludo”, dijo en su sitio social María del Carmen Sotomayor.

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