El intendente Filippi es acusado de traidor y de poner en riesgo la vida y el futuro de toda la población arroyense. Está en veremos una declaración pública de «persona no grata» y un pedido de juicio político para sacarle del cargo por corrupción manifiesta.

La empresa CH4 S.A., encargada de los trabajos de construcción del depósito de residuos sólidos en unas 60 de las 172 hectáreas, desistió de los trabajos por motivos no especificados, aunque se descuenta que tendría que ver con la oposición tenaz de la población de Arroyos y Esteros al funcionamiento de un basural de enormes dimensiones dentro de la jurisdicción comunal, en cercanía del hermoso río Piribebuy, arroyos, lagunas y sendas poblaciones donde funcionan centros educacionales, comercios e iglesia con un perjuicio potencial a la vida y el futuro de centenares de familias con miles de niños en edad de crecimiento.

“Se retiraron”, expresó lacónicamente una fuente de la Municipalidad arroyense tras ser consultada sobre la novedad, sin entrar en detalles.

“A diferencia del intendente municipal, José Filippi Vera, quien hasta el momento no ha mostrado un ápice de sensibilidad con los reclamos de la gente y mucho menos se ha dignado en corregir su negligencia histórica, la empresa que debía construir a estructura del vertedero decidió tirar la toalla”, comentó sobre el punto el concejal Edgar Ovelar.

El edil arroyense fue uno de los que hicieron cuórum para que la Junta Municipal se opusiera tenazmente al negociado del intendente y, tras colocarse del lado del interés poblacional, viene haciendo causa común contra los intereses de los poderosos.

El dueño del vertedero es el ex intendente de Ñemby y ex senador liberal efrainista, Blas Lanzoni, de origen humilde pero gracias al milagro de la vida política logró convertirse en multimillonario lucrando con la basura y, como en el caso de Arroyos y Esteros, haciendo tabla rasa del medio ambiente y otros intereses poblacionales esenciales, para lo cual es imprescindible la complicidad de autoridades, específicamente el intendente municipal.

De acuerdo a los datos, en la zona de Mainumby y en el entorno del populoso asentamiento Coronillo, donde funciona un centro educativo con cientos de niños, se observa estos días el movimiento incesante de máquinas pesadas, especialmente dedicadas a tareas de excavación del terreno donde tienen proyectado instalar el nauseabundo basural, en medio de una vegetación generosa, un medio ambiente 100 por ciento natural con variadas y exóticas especies faunísticas y, esencialmente, cursos de agua frescos y saludables que sirven de recreación a centenares de familias que al mismo tiempo se dedican a la pesca deportiva con la extracción de peces con mucha demanda como el tarey’i.

“Todo esto imperativamente va morir si llega a funcionar el vertedero y el principal culpable de ese desastre ambiental será el intendente José Filippi Vera, quien aún está a tiempo de corregir su puerqueza”, disparó con vehemencia un vecino de Mainumby.

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