Mientras la gente moría amontonada en los pasillos de hospitales por falta de cama y oxígeno vital, Marito apuraba la venta de su asfalto para facturar y aumentar rápidamente su millonaria fortuna. El país pide justicia.

Para el presidente de la República Mario Abdo Benítez, antes que un inmenso dolor como el que soportaba la población paraguaya por las muertes de covid, la pandemia fue una época de generosa cosecha porque llegó a incrementar sus ganancias solo en el rubro de asfaltado en 1.300%, que configura un aproximado de 95.000 millones de guaraníes, según fuentes de la Contraloría General de la República que maneja la información pero la tiene guardada bajo siete llaves.

El caso salió al tapete en círculos de poder ahora que el gobierno de Marito está en agonía luego de 5 largos años de vacaciones y vito con la plata del Estado.

De acuerdo a los datos, la empresa Almacenamiento y Distribución de Asfaltos S.A. (Aldia S.A.) que está registrado a nombre del hijo mayor de Marito, llegó a facturar en el 2021 1 -el peor año de pandemia- más de 94.000 millones de guaraníes, al menos G. 80.000 millones más que cualquier mes de facturación anterior a la presidencia de Abdo Benítez.

En su momento, tanto la Contraloría General de la República como la Fiscalía de Delitos Económicos pasaron de largo el asunto, a pesar de ser de interés nacional dadas las especiales circunstancias de apremio sanitario por las que estaba atravesando el país.

El argumento utilizado en este caso es que deberían considerarse en primer lugar “mecanismos de apertura de investigación” y denuncia concreta, remanidos sofismas para ocultar las indagaciones como si no existiere o no tuviera valor la investigación de oficio.

Ahora que se va extinguiendo la influencia de Marito en los ámbitos de gobierno y de Estado surge de nuevo el caso que involucra en grado protagónico al presidente de la República en hechos de tráfico de influencia y enriquecimiento ilícito.

El hecho se produce apenas semanas después de que el presidente de la ANR y expresidente de la Nación Horacio Cartes presentara ante el Ministerio Público una denuncia por “persecución política” durante la campaña electoral previa a las pasadas elecciones generales.

Aunque la denuncia es contra personas innominadas, sus leales dan por descontado que la mira apunta a Marito y un abanico de aduladores, entre ellos referentes conocidos del mundo político, empresarial, diplomático y mediático que, según la denuncia, han conformado una asociación cruel y perversa para perjudicar a Cartes en particular y pulverizar todo lo que signifique cartismo.

“Si llegaban a ganar, a estas horas estaríamos siendo tratados como parias, pero logramos una victoria resonante con el poder del pueblo y tenemos el derecho a reivindicar nuestro orgullo y dignidad pisoteados como ratas”, murmuró un republicano que, según dice, recuerda con rabia cómo los amigos del poder abdista se burlaban de ellos y les amenazaban con la exterminación de sus derechos y valores políticos.

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