Rodeado de sus inútiles ministros, el presidente de la República expone sus mentiras ante una ciudadanía descreída y extendidamente defraudada. En pleno día santo, Marito ni se ruborizó para exponer un país extraño, distante de la realidad lacerante que golpea a la gente.

Después de permanecer callado y tácito durante varias semanas mientras el país se debate en la miseria, finalmente el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, dio la cara este martes para ofrecer un informe de gestión que es calificado como un catálogo de mentiras y artera manipulación, lo cual levanta este miércoles una nube de críticas de variado calibre donde la indignada ciudadanía compite por exteriorizar su descontento con creativos epítetos y adjetivos profundamente descalificadores.

“Habráse visto semejante muestra de cinismo en pleno día santo”, posteó en su red social el indignado Osmar Riveros, en consonancia con centenares de ciudadanos que coinciden en cuestionar la figura de Abdo Benítez como autoridad representativa del pueblo, más aún en estos momentos de necesidades repartidas por todos los sectores, menos en el termo del poder.

Marito dijo en transmisión pública que las autoridades nacionales están gestionando en distintos niveles para responder a la demanda ciudadana, especialmente en lo relacionado a la obtención de vacunas, y tras ratificar su “estricto espíritu democrático”, abogó por la unidad y el consenso político-social para lograr la estabilidad que permita superar la crisis.

Afirmó que el equipo de trabajo del Ejecutivo está abierto al diálogo con todos los sectores sociales y políticos para encontrar las mejores herramientas para responder ante la pandemia.
“Vamos a ir dialogando con todos los sectores para enfrentar juntos este proceso. En ese sentido, creo que una de las mayores inquietudes que tienen la ciudadanía en general y los diferentes sectores con quienes he conversado son las vacunas”, dijo.

En este sentido, expresó que se han reunido con la Iglesia, gremios de la Industria, el Comercio y la Producción, a más de representantes de sectores sociales y actores políticos, entre otros, para “responder de acuerdo a la prioridad que hemos sentido en todo este tiempo”.

“El diálogo que se viene dando se va profundizar con el paso del tiempo y vamos a tener mesas permanentes de diálogo con los distintos sectores, teniendo en cuenta que el año pasado tuvimos que tomar las medidas (¿)”, indicó el mandatario.

Ante una ciudadanía ajena al discurso, Marito reafirmó su respeto a los valores democráticos y a las herramientas de control del Congreso de la Nación, abogando por la estabilidad política y social, necesarias para superar los efectos negativos de esta pandemia.

A pesar de su discurso, la realidad señala que no existe estabilidad política y social debido a la mala praxis de gobierno, donde los detentadores de poder sacan jugosos beneficios de la pandemia, mientras la ciudadanía se debate en la miseria, sin voz ni voto en las decisiones de gobierno.

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