Imagen angelical de la pequeña desaparecida hace 9 meses. El Ministerio Público y la Policía exponen en el caso su perfil de ineficiencia al no poder dilucidar el caso, que conmueve a la ciudadanía y se dirige inexorable rumbo al opareí.

Este viernes 15 de enero se cumplen 9 largos meses de la desaparición de Juliette Le Droumaget de la vivienda familiar de Emboscada, en medio de un mar de conjeturas y misteriosos entramados que involucran en primer grado a los propios padres de la niña de 7 años, quienes están detenidos por falta del deber de cuidado e increíblemente se niegan a colaborar para esclarecer el destino de la pequeña, que ha ganado titulares en medios importantes del mundo y ha levantado el compromiso del propio presidente de la República en su búsqueda y rescate, pero el tiempo pasa inexorable y no hay novedades sobre el caso.

El Ministerio Público, con la intervención de nada menos que 4 fiscales investigadores, ha venido realizando en todo este tiempo múltiples tareas de búsqueda de evidencias, realizando incluso excavaciones por la presunción de asesinato, teniendo en cuenta los rastros de sangre presuntamente humana hallados en el entorno de la vivienda donde la víctima se encontraba jugando ante la mirada de la madre Lilian Zapata, hasta que fue dada por desaparecida sin mayores detalles.

El padre adoptivo de la niña, Reiner Oberüber, arrastra sobre su cabeza un delicado prontuario en su natal Alemania, y se cree que su perfil criminal tendría algún tipo de vinculación con la desaparición de la pequeña Yuyú, quien se ha ganado el cariño de la gente por su carisma angelical.

El fiscal Carlos Maldonado, quien ahora se llamó a silencio por falta de resultados, había informado que la Policía se encontraba removiendo cielo, mar y tierra en busca de Juliette, e incluso apeló a la colaboración de la ciudadanía para brindar datos que puedan llevar a la identificación de sospechosos.

Presa de llanto, y bañada en lágrimas, la desconsolada madre había ofrecido 10 millones de guaraníes de recompensa a quien pudiera facilitar datos que ayuden a localizar a su hija, pero no ha habido resultados y, en contraposición, se han levantado nubes de polvareda sobre el perfil de la mujer, a quien señalan como declaradamente comprometida en la desaparición de la niña con la complicidad de su pareja alemana, de quien dicen que estaría vinculado con la mafia y con movimientos místicos que le brindan protección e impunidad.

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