La preocupación se focaliza en la falta de control de la napa freática, que arriesga a las futuras generaciones, afirma el especialista Mauro Flor Romero tras enfatizar la necesidad de crear una escuela especializada en técnicas de perforación de pozos tubulares profundos.

Con la sugestiva expresión de que “no se aprecia el valor del agua hasta que se seca el pozo”, el Suboficial de Ingeniería (SR) Mauro Flor Romero envió una atenta nota al presidente de la República, Santiago Peña, donde propone el adecuado aprovechamiento de las aguas subterráneas (perforación de pozos tubulares profundos conocido como pozos artesianos) debido a la proliferación descontrolada de ofertas de perforación de pozos por parte de empresas o personas sin conocimiento ni formación académica o técnica adecuados.

Considera esencial racionalizar el uso de los recursos hídricos para garantizar la calidad de vida de la población como recurso estratégico para el desarrollo económico y social del Paraguay.

“Me considero un profesional patriota que desea lo mejor para el presente y el futuro de nuestro país”, alega el Suboficial Flor Romero, tras proponer la creación, sin pérdida de tiempo, de una “Escuela de Formación Académica y Técnica de Perforación de Pozos Tubulares Profundos (PTP)” y la creación de un “Órgano de control gubernamental sobre perforación de pozos tubulares profundos”.

En todo el país, la demanda de consumo de agua se ha incrementado de forma exponencial, ante la oferta masiva de nuevos perforistas sin conocimientos ni formación académica y técnica sobre PTP, que resultan en trabajos deficientes, carentes de protección y conservación del recurso hídrico en forma de sello sanitario, que es de carácter esencial, afirma la atenta nota enviada a consideración del propio presidente de la República.

Añade que las faltas y deficiencias en los trabajos de perforación pueden generar la contaminación con nitrato de las aguas subterráneas como la detectada en el Acuífero Patiño, con el fuerte incremento de contaminantes de origen humano (heces en pozos ciegos o absorbentes de viviendas).

Explica que el nivel máximo de nitrato en el país es de 45 mg/litro, pero se han verificado en la actualidad nivel de entre 80 y 100 mg/litro en zonas de Asunción y el área metropolitana.

“Esta es la razón fundamental por la que sugerimos la creación y funcionamiento de una Escuela de Perforación de Pozos Tubulares Profundos (PTP) en la brevedad posible, para lo cual se requiere de voluntad y colaboración de las autoridades correspondientes”, recalca la nota.

El sello sanitario -al cual se refiere el técnico en pozos profundos e hidrogeología formado en el Comando de Ingeniería del Ejército con especializaciones en Argentina y en la Escuela de las Américas de Panamá- garantiza el aislamiento de la captación de agua a través del llenado del espacio anular entre la perforación y la tubería o material de revestimiento, de tal forma que evita el ingreso de sustancias contaminantes.

Con respeto al órgano de control de los pozos tubulares profundos requerido en la nota a Santi Peña, el experto Flor Romero propone que dependa del Mades con rango de dirección, considerando que se trata de un proceso complejo y delicado que no está reglamentado y, por tanto, no se cumplen en la práctica.

Esa dirección, según propone, debe ser responsable, entre otros puntos, de establecer lineamientos y elaborar normas técnicas de los detalles y etapas requeridas; promover y controlar el funcionamiento de la Escuela de Perforación de Pozos Tubulares Profundos (PTP) para el mejor manejo de los recursos hídricos subterráneos; habilitar equipos y empresas de perforación de pozos de agua con requisitos mínimos, como un perforista profesional; fiscalizar la perforación de pozos artesianos y la efectividad del sello sanitario, a más de actualizar la base de datos de los PTP en todo el territorio nacional, en cumplimiento de la Ley N° 3239/2007.

Finalmente, el experto sostiene que la preocupación no se concentra específicamente en el trabajo de los poceros sino la falta de control de las napas de agua, o capas freáticas, que consisten en el agua subterránea que se encuentra a escasa profundidad del nivel del suelo y son conocidas también como acuíferos superficiales.

“A través de estas napas el ser humano se alimenta de agua dulce a través de pozos y fuentes de agua”, puntualizó Flor Romero, tras resaltar la amenaza que significa para las futuras generaciones la falta de control del aprovechamiento racional del agua.

Los profesionales que coadyuvaron en la nota presentada a consideración del presidente de la República son los siguientes: Lic. Víctor González (especialista en hidrogeología); Félix Carvallo, Humberto Villalba y Félix Villar (doctores en Gestión Integrada de Recursos Naturales con énfasis en Recursos Hídricos), y el Dr. Martín Flor Romero (consultor/asesor en Organización, Procesos y Gestión Empresarial).

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