La deforestación en el Chaco paraguayo es una de las mayores y peores del planeta denuncia una ONG que es acompañada por la UE. La exportación de carne paraguaya al mercado europeo está en riesgo, advierten ganaderos.

Lo que la Unión Europea pretende con su Reglamento 1115/23 de producción sostenible como requisito innegociable para el comercio de alimentos no es precisamente comprar carne trazada como pretenden hacer creer, sino imponer coercitivamente la Agenda Verde a través de la descarbonización de las cadenas de producción, afirmó el productor ganadero Manuel Riera.

“En la práctica, lo que pretende Europa es cerrar sus mercados a la carne paraguaya y obligarnos a conservar nuestros bosques, desconociendo nuestra legislación, para que ellos puedan seguir produciendo GEI”, recalcó.

“Si lo que quieren realmente es carne trazada y libre de deforestación lo que deberían hacer es negociar esos puntos con los exportadores privados y no intentar modificar nuestra legislación para amoldarla a sus intereses”, añadió.

GEI se denomina a los gases de efecto invernadero, que son de origen natural y esenciales para la vida en el planeta porque equilibran la temperatura para que el ambiente en la Tierra sea apto para la vida.

Esos gases, cuestionados por la UE en su Resolución 1115/23, son entre otros el dióxido de carbono, gas metano, vapor de agua, óxido nitroso, ozono y hexafloruro de azufre, aunque el más conocido es el carbono por su mayor efecto en el calentamiento global.

En la óptica de Riera, los productores opuestos a la “colonización ideológica” están a favor de la soberanía del Paraguay a través de leyes paraguayas, que regulan taxativamente la actividad humana vinculada a la producción de GEI, así como el manejo de los bosques para evitar la deforestación y la degradación forestal.

Europa viene denunciando desde hace años la deforestación masiva e irracional de bosques en el Paraguay, basando sus informes en datos de Organizaciones No Gubernamentales (ONG).

Los ganaderos apelan a la deforestación para instalar pasturas de animales, sin ponderar en los daños al medio ambiente y la degradación crítica de los recursos naturales, sostiene la UE en su criticada Resolución.

Riera pide a los legisladores paraguayos no bajarse los pantalones a las exigencias de la UE por el peligro que representa para la productividad en la Región Oriental y el futuro ganadero del Chaco paraguayo, entre otros perjuicios.

“La UE pretende que, a costa de nuestra pobreza, conservemos áreas boscosas que ellos hace muchos años eliminaron para reducir emisiones GEI que son ellos quienes las producen”, apuntó Riera.

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