Tras una aventura fugaz y fracasada en el gobierno, el ex fiscal se mantiene impune de delitos que le endilgan sectores cartistas por acusaciones que, según afirman, no tienen sustento documental sino «tiros al aire» con tufo electoral.

Como si la destitución de cargo por inútil fuera suficiente castigo para el polémico ex ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, no existe novedad alguna en el Ministerio Público acerca de la denuncia que el amigo zurdo de Marito expuso acerca de supuestos vínculos con el narcotráfico, lavado de dinero y contrabando del ex presidente Horacio Cartes y su hermana Sarah, en el contexto de una exposición que brindó en el Congreso Nacional para aclarar sobre la balacera registrada a finales de enero pasado en el festival Ja’umina Fest de San Bernardino.

En un desesperado intento por zafar el juicio político, Giuzzio desvió arteramente el tema y direccionó sus disparos hacia la figura del expresidente Cartes, como si se tratara del fiscal investigador, y como si la seguridad del país marchara sobre ruedas.

En esa oportunidad, el niño mimado del Partido Democrático Progresista (PDP), propiedad privada de los Filizzola-Masi, pudo sortear la amenaza de perder su zoquete con la ayuda del colegiado abdo-izquierdista, pero apenas pasaron unos días para que el disparador de nuevo apuntara sobre la figura de Giuzzio, luego de que salieran a la luz pública detalles de su supuesto vínculo con el narcotráfico, que el mismo se encargó de desmentir sin sustento alguno.

La grave denuncia expuesta ante el Congreso por el entonces exministro debió ser investigada de oficio, pero pasan los días y no hay movimiento alguno, confirmaron a La Mira fuentes del Ministerio Público.

De esta manera, no representaría ninguna novedad que la figura del polémico Giuzzio vuelva a aparecer en algún momento en el escenario político de la oposición como candidato a otro cargo electivo o “de confianza”, a caballo de la impunidad que pesa sobre el mismo y a pesar de los innumerables hechos delictivos que se le endilgan y que los fiscales se niegan a investigar.

Giuzzio se trata de otro fracaso del gobierno de Marito, que durante sus 4 años de mandato se dedicó a aplicar experimentos fallidos en la función pública, entre ellos en la estratégica cartera del Interior, que cada año debe realizar ensayos con personajes discutidos sin ninguna preparación para el cargo, y la prueba más palpable es el caótico estado de inseguridad que golpea a la República, para desgracia de la ciudadanía “común” castigada por el infortunio.

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