Indignados toman como una burla el irónico mensaje del ahora intendente durante su campaña política en favor del abdismo. «Se convirtió en un traidor», disparan ciudadanos tras anunciar que Filippi sería declarado «persona no grata».

El intendente municipal de la ciudad de Arroyos y Esteros es objeto de duros cuestionamientos de ciudadanos indignados por la “política del ñembotavy” adoptada por José Filippi Vera para asumir su responsabilidad en la construcción del gigante vertedero departamental ubicado en una zona natural protegida donde fluyen aún cristalinas las aguas del río Piribebuy más arroyos saludables y lagunas en un medio ambiente vital donde abundan especies animales y sirven de esparcimiento a cientos de familias.

La zona donde se está construyendo el inmundo vertedero, sin autorización de la Junta Municipal y ante la protesta de la ciudadanía, es conocida por su alta productividad de azúcar orgánica, que es exportada actualmente por empresas privadas a unos 32 mercados del mundo.

“Todo esto corre peligro de quedar para la historia y ser disfrutado solo a través de fotos”, lamentó un productor de la zona abordado por La Mira tras enumerar los perjuicios en cadena que producirán para la amplia región el funcionamiento de un depósito descomunal de residuos sólidos procedentes de las 17 localidades del departamento de Cordillera.

De acuerdo a los datos, el vertedero está instalado en un área reservada de 172 hectáreas bordeada por un ambiente natural invaluable.

El río Piribebuy discurre a menos de 1 kilómetro del sector de obras y dan por seguro su contaminación y destrucción a causa del lixiviado (fluido nauseabundo producido por la basura), al igual que los arroyos y cursos de agua menores, lagunas y pozos de la zona.

A un par de kilómetros del basural se encuentra la población de Mainumby, donde funciona un centro sanitario, instituciones educativas, iglesia y áreas de recreación que corren peligro de muerte, según los vecinos.

En otro extremo del depósito gigante de inmundicias se encuentra el poblado de Coronillo, que cuenta con una escuela adonde acuden más de 100 niños que, hasta ahora, disfrutan de un ambiente saludable con sus familias.

“El desastre ambiental que está a punto de consumarse será de exclusiva responsabilidad del intendente municipal José Filippi Vera, razón por la cual vamos a declararle persona no grata para la ciudad de Arroyos y Esteros, así como al gobernador cordillerano Denis Lichi, quien en su carácter de arroyense nada ha hecho hasta ahora por su ciudad sino todo lo contrario, con su silencio cómplice en el caso del vertedero nos está empujando a la destrucción”, disparó el indignado social Agustín Benegas, en consonancia con la mayoría absoluta de la población que se opone al funcionamiento del vertedero en esa zona del país.

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