Amigos. Marito tenía puertas abiertas en los holdings mediáticos amigos donde volcaba su odio y presumía de delirios como se lee en este material de un diario abdista. La ciudadanía quiere conocer a fondo detalles de este esquema perverso que operaba en bloque.

“Se sabe que consumaron una campaña sucia y perversa, pero queremos saber en detalles cómo lo hacían”, afirma este martes un indignado social con respecto a la imputación fiscal del expresidente Mario Abdo Benítez y seis jerarcas del gobierno anterior que, según la denuncia del expresidente Horacio Cartes, formaron parte del esquema de perversión pública con ayuda de la prensa, la embajada americana y el cardenal Adalberto Martínez para asegurar el continuismo y plegarse al globalismo.

En el mismo sentido se expresan centenares de posteadores, quienes coinciden en la necesidad de que la denuncia se haga visible a todo el país a través de medios realmente independientes y de las redes sociales.

“Es sumamente importante que la sociedad paraguaya, en general, tenga conocimiento explícito de cómo no debe hacerse política partidaria para perjudicar a los que piensan distinto y tirar a la basura el respeto en el disenso”, señala Angelina Sotomayor.

Eladio Franco sostiene que se ha llegado al colmo de alimentar el morbo popular a través de medios otrora “serios” que, por imperio de intereses creados, degradaron hasta niveles increíbles el respeto a la audiencia y otros cuidados propios del ejercicio del periodismo con el único objetivo de alinearse al “frente común” propiciado por el propio gobierno de entonces.

Se sabe que Marito en persona se encargaba de dar órdenes a subordinados para proveer materia prima sensible o secreta a holdings etiquetados como amigos, para violentar el ambiente político en favor de ellos y tratar de captar lealtades de esa manera infame y cruel, por un lado provocando heridas sangrantes a personas y familias enteras marcadas con una cruz, y por otro lado aliados que celebraban la cruzada anticartista en pos del objetivo común que de forma irónica les resultó demoledoramente inverso.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *