Reveladora imagen donde se observa al entonces ministro Giuzzio acompañado del narcotraficante Marcus Vinicius. Este «hombre del presidente» convirtió la Senad en un antro de corrupción al servicio del gobierno abdista.

El ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) Jalil Rachid demora en dar a conocer a la opinión pública nacional e internacional el esquema de perversión política llevado a la práctica por el exministro Arnaldo Giuzzio, quien permanece impune en este infame caso, aunque arrastra una imputación por asociación criminal tras ser descubierto en sospechoso vínculo con un capo del narcotráfico brasileño.

En su calidad de incondicional y funcional a su amigo Marito, el exfiscal de Delitos Económicos conformó la alianza anticartista prohijada por el abdismo y conformada entre otros por el entonces ministro de Seprelad, Carlos Arregui, y el ministro de la Senac (Secretaría Nacional contra la Corrupción), René Fernández, con el silencio descarado e interesado de la oposición, especialmente el efrainismo.

Giuzzio está señalado de manipular datos confidenciales de referentes empresariales que de alguna manera servirían para ensuciar la imagen de Horacio Cartes.

El expresidente de la República lanzó a la arena electoral al actual titular del Poder Ejecutivo Santiago Peña y, por tanto, fue señalado como “enemigo público número 1” por la alianza, integrada también de forma protagónica por dueños de los grandes holdings mediáticos, interesados en continuar con la fiesta de las licitaciones dirigidas y otros tipos de negociados con el gobierno con la plata del pueblo, a más de la impunidad para salvarse de la cárcel por presuntos casos de lavado de dinero y contrabando en gran escala.

De que Giuzzio descuidó sus obligaciones como titular de la institución antidrogas no es ningún secreto desde el momento que durante su gestión se decomisaron enormes cargamentos de cocaína en grandes mercados de consumo especialmente de Europa, desnudando la falta de gestión, control y represión de la Senad en el narcotráfico a gran escala.

De acuerdo a datos recabados por La Mira, en el gobierno de su amigo Marito la Senad pervertida por Giuzzio dejó filtrar toneladas de drogas que sortearon campantes los puestos de control portuarios y desnudaron la condición de narcogobierno del presidente Abdo Benítez, quien se paseaba por el mundo lanzando falsas consignas de lucha antinarcótica ante el aplauso de incautos y el cinismo de los integrantes de su gabinete y la oposición funcional a los intereses del gobierno.

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