Marito suma otra condecoración al corrupto jefe de la Fuerza Aérea, general González, vinculado hasta la médula en la mafia del armatráfico según la Senad. El ex presidente, aún impune, fue alertado del crimen pero nunca atinó a intervenir.

Una red mafiosa capitaneada por altos jefes militares paraguayos e integrada por empresarios poderosos, funcionarios públicos, organizaciones criminales e incluso modelos salió a la luz pública luego de que la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) llevara a la práctica desde hace unos días un operativo gigante que busca desbaratar el tráfico internacional de armas.

Se trata del operativo Dakovo, que hasta el momento ha arrojado la detención de decenas de implicados, entre ellos 16 presuntos cabecillas que según las investigaciones eran los encargados de darle vida al multimillonario negocio negro acusado de proveer las armas de diverso calibraje a organizaciones criminales como el sanguinario Primer Comando da Capital y otras agrupaciones ligadas con el tráfico de drogas y el terrorismo.

Los intervinientes descubrieron la directa implicancia en los delitos criminales de altos mandos militares del anterior gobierno de Mario Abdo Benítez, quien en su momento fue alertado acerca de negociados feroces evidenciados en la Dirección de Material Bélico (Dimabel, encargada de otorgar las certificaciones de importación) pero no ha tomado medidas y con la impunidad instalada en los medios aliados mantuvo en sus lucrativos cargos a todos los sospechosos.

Los primeros resultados de este carnaval de negociados feroces no tardaron en aparecer con la asunción del gobierno de Peña, que ha significado hasta ahora golpes contundentes contra las asociaciones criminales, por un lado, y en la contraparte emergen a diario culpabilidades evidentes de referentes militares y empresariales de alta monta ligados con la mafia.

Un total de 2.258 armas variadas fue incautada hasta el momento por las fuerzas de seguridad públicas de Paraguay como parte del operativo Dakovo, mientras millares más se encuentran en poder de facciones criminales especialmente del Brasil, cuyas autoridades están al tanto del operativo y han prometido participación en base a acuerdos mutuos de lucha contra la inseguridad, en este caso la criminalidad, según se informó.

El contacto brasileño Diego Dirisio, vinculado a la multinacional International Auto Supply (IAS), considerado el mayor traficante de armas de la región, enfrenta orden de captura en el marco de las investigaciones, al igual que la modelo Julieta Nardi, entre otros referentes del sector privado.

Los militares paraguayos hasta ahora involucrados son el general retirado Arturo González, ex comandante de la Fuerza Aérea de la cual depende la Dimabel, el ex jefe de la Renar/Dimabel Santiago Fretes, la abogada y teniente 1° Cinthia Turró (hijastra del general Piris de la Fuerza Aérea Paraguaya) y el general Jorge Antonio Orué.

En el millonario tablero de corrupción están involucrados otros altos oficiales de las Fuerzas Armadas de Paraguay y uniformados de variado rango, activos y retirados, informaron fuentes de la fiscalía investigadora que intervienen con el acompañamiento de agentes de Brasil y Estados Unidos.

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