Cara de guerra. Representantes oficiales involucrados en el operativo gigante con fuerzas del Brasil durante la presentación de Basalto, que se espera arroje resultados contundentes contra la mafia fronteriza.

Fuerzas operativas de varios ministerios y reparticiones estratégicas del Ejército, Armada y Aviación, Policía, Senad, Dimabel e incluso agentes de ingresos tributarios están involucrados en la Operación Basalto con la ayuda y acompañamiento de fuerzas federales del Brasil, con el objetivo de lograr resultados reales contra el tráfico y producción de drogas en la extensa zona de frontera común, a más de sacar de circulación el esquema de crimen y delitos de carácter transnacional, nada menos.

Entre los resultados del gigante operativo del cual no se tiene precedente figura el descubrimiento e incautación de 60 toneladas de marihuana pero, como es habitual en los informativos de la Senad, no se hace mención de los lugares intervenidos (especialmente la identidad de los propietarios) y, esencialmente, la cantidad e identificación de los detenidos, si los hubo.

De esta manera, nuevamente se estaría “matando el perro, pero no la rabia” al divulgar la cantidad de droga decomisada, eludiendo dar a conocer datos clave como localizaciones e identidades, en un lugar donde, se sabe, existen políticos de alta gama y empresarios metidos en el crimen organizado.

En el mismo operativo fueron requisados 2.835 kilos de frutas y hortalizas sin documentos de origen, a más de 120 kilos de azúcar y otros productos con síntomas de contrabando.

Por tiempo no informado, los uniformados han convertido en “territorio liberado” extensas áreas de producción y montes de los departamentos de Amambay y Canindeyú, en primer término, y posteriormente se trasladarán a zonas puntuales no definidas de Alto Paraná, San Pedro, Concepción y Caaguazú, según se informó.

Aunque no se dio a conocer, se descuenta el apoyo en inteligencia y logística del gobierno de Estados Unidos, que hace tiempo viene colocando a Paraguay en el foco de la atención de la oficina federal de lucha contra el crimen organizado y ha establecido pautas de lucha para hacer frente al flagelo a cambio de mantener sólidas las relaciones como país amigo.

Durante el gobierno del polémico ex presidente de la República, Mario Abdo Benítez, organismos de seguridad internacionales decomisaron en puertos y mercados de alta competencia del exterior más de 60 toneladas de cocaína procedentes del Paraguay, mientras Marito recorría instancias de exposición en el mundo para buscar aplausos exteriorizando falsos positivos acerca de su gestión en la “lucha contra el narcotráfico internacional”, que el mismo trataba de endilgar a su oponente electoral con la ayuda mediática aliada.

En la Operación Basalto participan en representación de Paraguay el Ministerio de Defensa Nacional, Ministerio del Interior, Comando de las Fuerzas Militares, Estado Mayor Conjunto, unidades operacionales del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI), Policía Nacional, Senad, Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) y Dirección de Material Bélico (Dimabel).

Intervienen en el operativo conjunto con fuerzas del Brasil más de 1.000 uniformados de las Fuerzas Armadas, 800 policías, 50 agentes antinarcóticos, 3 aviones, 3 helicópteros, 1 radar de control aéreo, 140 vehículos de todo tipo y 14 lanchas patrulleras fluviales.

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