La precariedad de vida de millones de paraguayos es resultado de la cultura de rapiña de la clase política, que ningunea y persigue al pueblo para proteger a los ladrones públicos, es el mensaje de la singular composición musical de tinte popular.

Una singular composición musical se hizo viral en las redes sociales donde la gente acompaña el contenido musical que pone en tela de juicio la corrupción de parte de ladrones del Estado organizados y el engaño de que es víctima el pueblo humilde y esforzado.

El lastimero tema acompaña con ritmo de chamamé expresiones críticas sobre el perfil de los “servidores públicos”, que en su caso se aprovechan de curules legislativos con la finalidad de asociarse en franco contubernio para echar mano de los recursos públicos.

La letra de la canción de autor anónimo dice lo siguiente:

Como un simple ciudadano y a través de esta canción

Le exijo al gobierno que me dé una explicación

Qué pasó con los millones que hace poco se prestó

Por el ilustre Parlamento y que muy pronto se robó

Que fue toda una trampa en contra del necesitado

Y a millones de personas otra vez nos han engañado

Con la banda bien en alto el préstamo fue aprobado

Y cuando les pidieron su sueldo abandonaron el Senado

Una grande cobardía con esto han demostrado

Los senadores maraños y también los diputados

Hasta cuándo compatriotas seguirá la situación

Persiguen al que trabaja y protegen al ladrón

El Partido Liberal y también el Colorado, PDP y Frente Guasu

Por la corrupción están manchados

Se juntaron los ladrones para robar al Estado

Las peleas entre perros y gatos han terminado

El mykuré y la gallina duermen juntos lado a lado

Y el gallo y el aguará a un acuerdo han llegado

Todos juntos muy unidos protegiendo al ratón

Que de a poco está comiendo nuestra querida Nación

No creemos sus mentiras, harta está la población

Con chicotes y arreador llegaremos a Asunción.

“Nada más crudo que nuestra triste realidad”, posteó el indignado social Juan Andrés Silveira, en consonancia con centenares de personas que también cuestionan a la clase política por su falta de patriotismo y el enfermizo afán corporativo de apropiarse de recursos destinados a la gente.

“Esto es una muestra de cómo la ciudadanía busca maneras de hacer escuchar sus quejas y reclamos ante la sordera de las autoridades, empeñadas en hacer carrera financiera y tentar el continuismo por los millonarios beneficios que acarrea, postergando indefinidamente el cumplimiento de sus deberes y obligaciones que sus cargos les exigen, y convirtiéndose por ello mismo en inoperantes que perjudican al país”, opinó María Angélica Bedoya.

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