Cardozo se dirige a campesinos durante una de sus habituales incursiones por el sector rural empobrecido, que el mismo utilizaba para enmascarar sus robos multimillonarios, con la complicidad de líderes campesinos y correligionarios liberales, según la denuncia.

Cinco largos años han pasado desde que, a mediados de marzo del 2015, la agente fiscal de la Unidad Especializada de Delitos Económicos y anticorrupción, Alba Delvalle, presentó acusación contra el exministro del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Enzo Cardozo Jiménez, procesado por la presunta comisión del hecho punible de lesión de confianza y estafa, que significaron una histórica doble imputación para el entonces senador liberal, señalado de lampiñar recursos del Estado por valor de 73 mil millones de guaraníes, suficientes para sacar de la pobreza a millares de campesinos empobrecidos.

La acusación fiscal señala que la gestión de Cardozo al frente del MAG, donde desembarcó sin ningún conocimiento técnico ni nada parecido para honrar el cargo, ejecutó varios proyectos en el marco del Programa Nacional de Fomento Pecuario (Pronafope), cuyos fondos quedaron por el camino, posiblemente para multiplicar la riqueza de las autoridades.

“Las resoluciones de desembolso firmadas por Cardozo solo contienen enunciados formales, razón por la que no  exponen fundamentos que avalen y justifiquen con argumentos serios  la entrega de importantes sumas de dinero ordenadas mediante las referidas disposiciones ministeriales”, expresa la primera acusación contra Cardozo y su camarilla, entre ellos el también impune viceministro de Ganadería, Armin Hamann.

En este caso, el monto de los robos asciende un monto superior a los G. 69 mil millones, según datos de la carpeta fiscal, que acumula en 10 tomos el esquema de perversión pública aplicado por el ministro Cardozo y sus adláteres, quienes se mantienen increíblemente impunes y en usufructo de su plena libertad, a pesar de amontonar sobre sus cabezas graves denuncias penales.

El delfín liberal ovetense, lejos de purgar condena en la cárcel de Tacumbú, percibe religiosamente su dieta millonaria como senador del Mercosur en representación de Paraguay, sin ningún ánimo de vergüenza.

El Ministerio Público develó que uno de los “sistemas” de lampiñaje aplicados por Cardozo y su camarilla de saqueadores de fondos públicos consistió en supuestos impulsos del MAG a comités de productores de diversos puntos del país, muchos de los cuales fueron creados al solo efecto de poner en práctica el esquema de saqueo, para lo cual contaron con la aprobación dolosa de líderes campesinos y correligionarios liberales.

En algunos casos, para tratar de cubrir el dolo, entregaron sumas de dinero multimillonarias a personas completamente ajenas a los miembros de comités de agricultores formales que, en los papeles, habían sido beneficiados con las frugales asistencias.

Personas del entorno inmediato de Cardozo involucradas en los delitos han sido desvinculadas del caso, a pesar de las evidencias documentadas, manteniéndose igualmente durante todo este tiempo en total impunidad y gozando de sus riquezas malhabidas, mientras la pobreza en el sector rural cobraba intensidad y propiciaba la lamentable expulsión de jóvenes que, debido a la mala situación del campo, debieron emigrar masiva y forzosamente en busca de mejores horizontes.

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