El local de distribución de sustancias ilegales funcionaba como bodega y era administrado por un padre de familia y su hijo de 27 años, quienes fueron atrapados con evidencias y derivados a la justicia ordinaria.

Agentes antinarcóticos de la Senad y el Ministerio Público lograron desmantelar el funcionamiento ilicíto de una bodega ubicada a la altura del kilómetro 9 Lado Acaray, de Ciudad del Este, que oficiaba de puesto de comando para la circulación de marihuana y cocaína en esa zona de consumo adictivo.

El lugar intervenido está ubicado en las cercanías de un centro educativo y espacios recreativos, con el consiguiente peligro para la salud y el bienestar de menores de edad de esa populosa barriada, afirmaron los intervinientes.

Los encargados de distribuir las drogas fueron identificados como Clemente Mereles, de 54 años, y su hijo Alex Mereles, de 27 años.

Con la irrupción al local comercial fue posible la incautación 67 dosis de cocaína y 139 gramos de marihuana.

En el mismo procedimiento fueron requisados dinero en efectivo y balanzas de precisión, según el informe oficial.

La estratégica ubicación de la supuesta bodega brindaba a los narcos ventajas comparativas por la constante concurrencia de personas a una cancha barrial y, al mismo tiempo, se constituía en un antro altamente peligroso por la proximidad de un centro educativo.

El procedimiento fue acompañado y supervisado por el fiscal Elvio Aguilera, añade el informe de la Senad.

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