Abrazo a la causa de la vida. El papá guerrero se muestra encadenado frente al edificio de Salud Pública donde emite gritos de reclamo por una vacuna salvadora para su hija que las autoridades se niegan a proveer.

Tal como lo anunció este jueves a La Mira, un compungido padre de familia de la localidad de Blas Garay, distrito de Coronel Oviedo (Caaguazú) amaneció encadenado frente al edificio del Ministerio de Salud Pública en Asunción donde recibe el apoyo y solidaridad de los “comunes” porque las autoridades de la cartera sanitaria, lejos de presentar la única solución de fondo se están llamando a silencio, como lo han hecho con variados pretextos durante todo el viacrucis que soporta desde hace más de un año la pequeña Melissa Denis Peralta.

Meli, como es conocida en el ambiente sanitario y en el observatorio ciudadano, sufre de una enfermedad congénita muy complicada llamada AME (Atrofia Muscular Espinal) que mata las neuronas motoras y precipita la postración del paciente como la que experimenta actualmente Meli, quien debe recurrir a estresantes terapias en busca de alivio, entre ellas la compra de una máquina de 65 millones de guaraníes y otros gastos colaterales que la familia ya no está en condiciones de financiar.

“La salvación para mi niña es una vacuna llamada Zolgensma, que tiene costo millonario pero Salud Pública puede adquirirlo porque tiene mecanismos legales para ello, pero sus autoridades, comenzando por el ministro Julio Borba, nada hacen para cumplir con sus principios médicos y tratar por todos los medios de salvar la vida de un paciente. Antes bien, se burlan de nosotros con pretextos infantiles que ni ellos creen, con el único objetivo de negar el preventivo y con ello tiran a los leones a mi amada hija», manifestó este viernes Gilberto Denis.

Añadió que en vista al ninguneo de Salud Pública se vio obligado a recurrir a la medida extrema de encadenarse para salvar la vida de Meli.

“No hay de otra, y voy a estar acá hasta que el ministro Borba o el presidente Marito o los senadores y diputados de la nación nos faciliten la vacuna salvadora. He decidido dar la vida por mi hija, y espero que la ciudadanía comprenda, en el sentido de que acá no existe ningún otro tipo de interés que el de luchar hasta las últimas consecuencias por una paciente que se aferra a la vida”, apuntó el padre de familia.

“¡Fuerza compañero, estos burócratas están obligados a conceder tu pedido consagrado por la ley en el ítem del derecho a la vida!”, fueron las palabras de respaldo de un indignado que pasaba por el lugar y asumió como suya la causa de Gilberto.

En el mismo sentido opinaron otras personas sorprendidas por la medida de fuerza y señalaron que todo lo bueno o lo malo que le pueda pasar en adelante a la pequeña Meli será de exclusiva responsabilidad del Ministerio de Salud Pública, en la persona del ministro Julio Borba y, en modo solidario, del presidente de la República Mario Abdo Benítez, “que está obligado a dar la cara por la gente para quien supuestamente gobierna”, disparó Mariana Soledad Burgos quien se autodefinió como “mamá guerrera que daría todo, hasta mi vida, por mis hijos”.

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