El Dr. Rolón abre las puertas a la participación privada con la propuesta de aporte para el seguro oncológico nacional. Un proyecto icónico que busca satisfacer la demanda de servicio adecuado y oportuno a los pacientes de cáncer del país.

Estar al frente de una institución grande y compleja exige profesionalismo y cintura estratégica. El director general del Instituto Nacional del Cáncer (Incan), Dr. Julio Rolón, expone no solo logros sino debilidades y, como punto central, la propuesta de creación de un seguro oncológico nacional con financiamiento público y aporte privado, incluso de la ciudadanía y organizaciones solidarias.

– ¿Cuáles serían las debilidades de este gran complejo hospitalario?

– Principalmente los recursos humanos. No disponemos de la cantidad suficiente de especialistas, aunque sí estamos formando cada año profesionales en las diferentes subespecialidades de la oncología como la clínica oncológica, cirugía oncológica, la oncología radial que son los que hacen radioterapia, la medicina paliativa, la medicina patológica y otras más que todavía no tenemos en cantidad adecuada.

– ¿Cómo están en materia presupuestaria?

– Esa es otra debilidad que puedo señalar porque no disponemos de recursos financieros suficientes para hacer frente a la demanda del servicio. En este punto creo que se debería cambiar la modalidad de gestión, tratar de hacer compras conjuntas, hacer de manera más eficiente la gestión tanto en el pago a los proveedores como en la recepción de los medicamentos.

– ¿Maneja alguna proyección al respecto?

– Mi propuesta concreta es la creación de un seguro oncológico nacional con fuente de financiación que sería el presupuesto general de la nación, el aporte que debería ser del IPS por cada asegurado con una cifra tentativa que podría ser de entre 3 y 5 dólares por paciente asegurado, y los seguros privados que también tendrían que aportar en la misma medida. La gente podrá ver que el proyecto funciona y de manera espontánea podrá aportar e incluso las diversas organizaciones.  

– Estamos hablando de un proyecto de gran envergadura.

– Asimismo. Ese seguro oncológico nacional, por llamarlo de alguna manera, va a tener una fuente de financiamiento de diversos ámbitos pero se va a canalizar solamente para la compra de medicamentos, insumos, tratamientos en general. La base es que, como el proyecto es grande, se necesita un solo punto de recaudación y viabilización para optimizar el uso de los recursos.

– Aporte conjunto para un mismo propósito.

– Claro, porque nosotros como Incan, o sea, como Estado, le quitamos a los seguros el peso del costo de la medicación, entonces los 3 a 5 dólares que deberían pagar es por un futuro que se espera no llegue pero no creo que nadie se va a oponer.

– Seguramente surgirán sectores de oposición con intereses creados.

– Eso vamos a rebatir por el hecho de que el fondo oncológico nacional se va a manejar con una estructura que va a gozar de la credibilidad de toda la ciudadanía, para lo cual vamos a elegir un mecanismo de selección, de manera que la persona que ocupe ese lugar goce de la confianza general. Hay que tomar la decisión que generalmente no se toma por prejuicios, por temor, y ni hablemos de intereses creados.

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