Agentes de la Senad recorren una plantación de marihuana en la zona de Cerro Corá, irónicamente en un lugar sagrado de la Patria, donde nuevamente destruyeron toneladas de droga pero no se hace mención de ningún detenido, en una práctica costosa e inútil.

Un informe de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) señala que la Operación CUT abrió su segunda fase en lo que va del año a través de incursiones y reconocimientos conjuntos con el Codi-FTC y el acompañamiento del Ministerio Público encabezado por el fiscal Celso Morales, según un informe de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).

En la región geográfica comprendida por las localidades de Cerro Corá y Pedro Juan Caballero se descubrieron cultivos ilícitos de marihuana que fueron destruidos, a más del derribo de campamentos para el procesamiento de la droga adictiva.

El inicio del operativo ya dio como resultado la destrucción de 10 hectáreas de la droga.

Las fuerzas de intervención establecieron un perímetro de acción compuesto por las zonas de Cerro Jere, Piky, Colonia Cumbre, Colonia 204, donde fueron detectados cultivos de macoña que, según los agentes, responden a la demanda del mercado brasileño de drogas.

“Estas superficies plantadas fueron eliminadas y equivaldrían a sacar del circuito unas 30 toneladas de marihuana”, señala el informe oficial.

En los alrededores de las plantaciones fueron ubicados 3 campamentos que servían de soporte a la producción de toneladas de droga.

CUT ha establecido una estructura de trabajo que se encamina a seguir avanzando a través de varias jornadas.

Las zonas donde se realizan las intervenciones en el norteño departamento de Amambay son conocidas desde hace años como nichos obligados de cultivos de marihuana, con sumas siderales en inversiones de parte de la mafia fronteriza especialmente instalada en el lado brasileño.

Pese a los antecedentes, la producción narcótica continúa inalterable con el paso de los años, sin señales claras de interrupción.

Una prueba contundente de que la situación tiende a continuar extendidamente es que los operativos solo se encargan de destruir la droga sin concentrarse en atrapar a los narcos, que de esta manera siguen en libertad para continuar con el esquema de producción y tráfico.

Si la Senad no cambia su estrategia de lucha, la Operación CUT tiende a convertirse en otra intervención de costo millonario sin el objetivo de aniquilar el narcotráfico sino facilitar larga vida a la actividad criminal con financistas, productores y traficantes de drogas en total libertad.

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