«Paisaje» repetido hasta el cansancio en barrios de Asunción, donde el sistema de cañerías de la Essap está en su mayor parte inservible. Ahora prevén un paquete millonario en reparaciones y proyectos de mejoramiento integral. (Foto: Nación Media).

El presidente de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), Luis Bernal, asumió la situación de desgaste crónico que enfrenta al menos el 80 por ciento del total de 3.300 kilómetros de tuberías y caños con que cuenta el sistema de distribución de agua potable en Asunción y el área metropolitana y expuso los proyectos de reparación que apuntan a mejorar sensiblemente la cuestionada prestación, que hace agua por todos lados sin ánimo de solución inmediata, como reclaman los usuarios.

El joven titular de la ex Corposana afirmó que según estudios de fondo al menos el 50 por ciento del agua que produce la empresa se pierde por distintas causas, siendo los caños rotos la principal forma de las pérdidas físicas que sufre la estatal en su proceso de distribución.

“Ese ha sido siempre un problema estructural, que se debe a varios factores como la mala colocación, falta de adecuación o la obsolescencia de los caños”, añadió, tras sostener que solo en caños rotos se ha visualizado una pérdida anual de 150.000 a 200.000 millones de guaraníes, que es lo que se gasta en producir, tratar y distribuir el agua.

Indicó que el cambio de las cañerías es la forma más eficiente de revertir estas pérdidas, pero reconoció que ese es un proceso que requiere millonarias inversiones, por lo que apelan a las reparaciones por ser menos onerosas y más rápidas.

“En cambio de cañerías, la estatal invierte entre 35.000 y 50.000 millones de guaraníes al año”, expresó el titular de la Essap.

Bernal salió de esta manera al paso del aluvión de críticas de los usuarios con respecto al pésimo servicio que, de hecho, se viene arrastrando desde hace años y que tocó techo durante el gobierno anterior.

Una cuestión de nunca acabar es el tira y afloja entre la Essap y la Municipalidad de Asunción que eluden responsabilidades a la hora de reparar las calles pavimentadas que quedaron con huecos o agujeros luego de la reparación de una conexión externa de agua corriente.

Otro tema que queda pendiente para Bernal es el desagüe pluvial, que no cubre siquiera la tercera parte de las necesidades mientras la inoperancia de sucesivas administraciones es culpable de las terribles inundaciones que se presentan luego de cada lluvia en Asunción, con su cuota de peligro latente y muchas veces de muerte.

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