Heisecke emerge con autoridad en el consenso productivo rural con proyectos de valor para mejorar la ganadería paraguaya y, con ella, las condiciones de trabajo y productividad por el bien del gremio ganadero, los miles de cabañeros y el país.

Los productores rurales del Paraguay enfrentamos una lucha singular contra imponderables climáticos y fluctuaciones impredecibles de los mercados que obligan a poner en alerta permanente a nuestro sector, considerado columna vertebral de la economía paraguaya que enfrenta desafíos cruciales que amenazan su estabilidad y crecimiento.

“Somos hijos del rigor y, como tales, estamos listos para dar batalla”, afirmó el candidato a presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) en representación del Movimiento “Unidad Rural”, Martín Heisecke Rivarola, en alusión a la necesidad permanente de enfrentar los desafíos y riesgos que enfrenta el sector productivo ganadero.

En un contexto de cambios climáticos, fluctuaciones económicas y desafíos sanitarios, los productores ganaderos enfrentamos a obstáculos cada vez más difíciles de superar, sumados a peligros y desafíos con impacto directo en la cadena de valor de la carne, el producto estrella de la actividad rural, mencionó, y citó como uno de los problemas críticos el cambio climático, que ha acelerado los desafíos para los ganaderos paraguayos.

“Las sequías prolongadas y las inundaciones repentinas han afectado la disponibilidad de pasto y agua para el ganado, lo que reduce la productividad y aumenta los costos de alimentación y cuidado del ganado”, expresó Heisecke, tras apuntar que los productores se enfrentan a la difícil tarea de adaptarse a condiciones climáticas impredecibles mientras intentan mantener sus operaciones rentables.

Con respecto a las presiones económicas, el presidenciable del Movimiento “Unidad Rural” dijo que la fluctuación de los precios internacionales de la carne y los productos ganaderos han generado incertidumbre en el sector.

“Los altibajos en los precios del ganado y los insumos agrícolas dificultan la planificación financiera de los productores, quienes a menudo nos encontramos luchando por mantener márgenes de ganancia saludables”, recalcó.

Se refirió también a los desafíos sanitarios y sostuvo que la prevención y el control de enfermedades requieren inversiones significativas en programas de vacunación y medidas de bioseguridad que representan una carga adicional para los ganaderos.

Un punto de inflexión es el referente a la competitividad internacional, y en ese sentido Heisecke alegó que la competencia global en el mercado de la carne está aumentando, con países como Brasil, Argentina y Uruguay compitiendo por cuotas de mercado.

“Los acuerdos comerciales internacionales y las regulaciones fitosanitarias pueden favorecer a los competidores, ante lo cual los productores paraguayos tenemos la necesidad de mantener altos estándares de calidad y cumplir con los requisitos de exportación, lo cual agrega presión adicional a los productores, quienes debemos competir en un mercado cada vez más exigente y globalizado”, puntualizó.

Añadió que, por todo esto, el sector ganadero paraguayo requiere soluciones innovadoras y políticas efectivas, “lo cual podrá lograrse mediante la colaboración entre el gobierno y el sector privado como fórmula esencial para abordar los desafíos con garantía de éxito permanente, lo cual beneficiará no solo al sector productivo en general sino a los miles de cabañeros y sus familias, y también al país.

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