Marito se ha salvado milagrosamente de la calificación de «significativamente corrupto» a pesar de la tonelada de documentos que le comprometen en actos de perversión institucionalizada con la plata pública. Nephew puede ahora reivindicarse y mostrar que no sigue la agenda opositora.

El coordinador global de la política contra la corrupción dependiente del Departamento de Estado norteamericano, Richard Nephew, está en visita de trabajo en Paraguay, donde según la embajada de su país que le sirve de alojamiento viene a redoblar esfuerzos relacionados con la transparencia en la gestión pública y colaborar con la democracia en diversos ámbitos de competencia como el Estado de Derecho, la seguridad jurídica y el respeto de los derechos humanos.

Nephew es la misma autoridad que llegó al país en el 2020 con idénticos propósitos pero que, sugestivamente, vio corrupción solo en carpas del Partido Colorado no abdista, mientras referentes opositores pasaban de largo de su lista negra, en una clara discriminación y en consonancia con la agenda opositora-mediática que, por entonces, le hacía el Orden del Día al amigo Marito.

A resultas del informe marcadamente sesgado e interesado de Nephew, el gobierno de Biden declaró “significativamente corrupto” al ex presidente de la República Horacio Cartes, al entonces vicepresidente Hugo Velázquez y a otros 7 jerarcas de la Asociación Nacional Republicana que, casualmente, estaban marcados como enemigos por la alianza opositora y medios afines.

Entonces, el observatorio ciudadano volcó sus críticas a favor y en contra de la llamativa sentencia del gobierno de Estados Unidos, que estableció parámetros absolutamente dirigidos hacia una sola dirección, eludiendo olímpicamente comprometer a referentes opositores con graves y documentadas evidencias de corrupción, y también a algunos dueños de medios de comunicación presuntamente metidos en la mafia del lavado y el contrabando.

Uno de los principales impunes del gobierno norteamericano fue el presidente Abdo Benítez, quien está señalado de rapiñar gran parte de los 3.400 millones de dólares disponibles en la época de la pandemia para la lucha contra el covid, pero Nephew no vio nada de esto, sino los informes que la prensa amiga le acercaba a través de la embajada americana, más los documentos confidenciales entregados alegremente por Seprelad, Senac y Senad, todos ellos a cargo de funcionales a los intereses de Marito y sus amigos.

Una denuncia contra personas innominadas presentada ante el Ministerio Público por el ex presidente Cartes señala con punto y letra las barbaridades de gestión cometidas por “los hombres del presidente”, todos ellos aún impunes que seguramente aparecerán como invisibles en el informe de Nephew.

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