La foto publicada este martes por el diario La Nación expone al blindado Giuzzio con el super narco brasileño más buscado del Brasil. Indignados piden urgente trazabilidad de los pasos del ministro y de su fortuna para desentramar los misterios que rodean su intrigante gestión pública.

Una arista insospechada del frustrado intento de la Senad por atrapar a un pez gordo del narcotráfico en el Alto Paraná emergió esta semana, luego de que saltara la punta del ovillo de una investigación que expone al blindado ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, en actividades ilícitas o, cuanto menos, impropias de un secretario de Estado que está obligado a garantizar la seguridad pública e instalar un mínimo de confianza en el cumplimiento de su cargo.

El periodista Jorge Torres divulgó parte de la investigación que devela una relación amistosa entre Giuzzio y el capo narco brasileño Marcos Vinicius Espíndola, con múltiples causas de relacionadas con el tráfico de drogas y lavado de dinero en Brasil.

“Yo no sabía”, dijo este lunes el ministro del Interior tras ser abordado por la prensa, dando a entender que el hecho de que haya contactado con un jefe narco se trata de un detalle menor que, según trató de explicar, no debería empañar el juicio político a la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, acusada de seleccionar arteramente a quién investigar de entre los peces gordos con problemas de negocios negros en Paraguay.

Espíndola es pareja de Jussara Cabral, cuyo nombre saltó al tapete la semana pasada luego de que se develaran detalles del frustrado operativo comando de la Senad en el Paraná Country Club de Hernandarias, en el cual debía ser detenido el también capo del narcotráfico Lindomar Reges, pero logró escapar de las narices de los intervinientes.

Giuzzio reconoció que alquiló un vehículo de alta gama propiedad de Espíndola, pero fue por motivos especiales tras un desperfecto que tuvo su automotor particular durante un viaje de relajo al Brasil en diciembre del año pasado.

“¿Por qué no llamó a autoridades brasileñas a pedir auxilio? ¿Justo tuvo que apelar a un supuesto “único contacto” para salvar el supuesto aventón rutero? ¿Siendo nada menos que ministro del Interior desconoce cuidados elementales en materia de seguridad y cuestiones éticas para honrar el importante cargo?”, postea este martes el indignado Lucio Larré, tras señalar que “acá hay un enorme gato encerrado que se debe sacar a luz”.

Decenas de preguntas se hace la ciudadanía con relación al sorprendente giro que podría tener la investigación detonante de la frustrada intervención de la Senad en el Alto Paraná, mientras otros indignados piden hacer la trazabilidad de la fortuna de Giuzzio, señalado de ser culpable de la terrible inseguridad en el país, a pesar de lo cual goza de la simpatía de Marito y la colectividad izquierdista.

“Está claro que la misión de Giuzzio en el gobierno es tirar bleque contra el cartismo, ninguneando impunemente el clamor de los familiares de secuestrados, asaltados y asesinados, y por otra parte acumular riqueza fácil y rápida, por todo lo cual debe ser investigado por el Ministerio Público antes de que nos sorprenda con otros escándalos”, puntualiza en su sitio social el indignado Mario Daniel Mongelós.

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