Los embajadores «entrometidos» aparecen cariacontecidos luego de recibir el tirón de orejas de parte del canciller nacional quien aparece en el medio. «El caso que a ustedes les interesa está en las instancias correspondientes», les dijo implícitamente el ministro Ramírez.

Lejos de la entrega de la soberanía paraguaya por parte del ex presidente Mario Abdo Benítez, el gobierno nacional convocó este lunes a embajadores de algunos países de Europa y, cuando no, de Estados Unidos, para una reprensión diplomática tras verter consideraciones calificadas de injerencia en los asuntos internos de la República del Paraguay en ocasión de la reunión que mantuvieron los mismos con la senadora Kattya González, expulsada del Congreso Nacional por denuncias documentadas de corrupción y delitos penales en el ejercicio de su cargo.

El canciller nacional, Rubén Ramírez, fue el encargado de convocar a los embajadores de la Unión Europea (Javier García de Viedma), Francia (Pierre-Christian Soccoja), Alemania (Holger Scherf), Reino Unido (Ramin Navai), Italia (Marcello Fondi) y España (Rodrigo Campos).

No se dio información sobre la presencia del representante de la embajada de Estados Unidos, quien había sido el convocante de la reunión entre los diplomáticos europeos y la política opositora Kattya González, considerada amiga del embajador norteamericano Marc Ostfield y referente de la Agenda 2030 que defiende la ideología de género y otras variables de perversión globalista.

De acuerdo a los datos, el canciller paraguayo les recordó a sus “visitantes” que en la República del Paraguay reinan la democracia y el Estado de Derecho, y que existen instituciones que están a cargo del caso de la ex senadora encuentrista de familia liberal.

Se desconoce si algún “padrino” de la Kattya presente en la reunión salió a emitir palabras, aunque el protocolo de gestión dice que deben permanecer callados y, si se manifestare algún tipo de desacuerdo, molestia o inquietud, deberán hacerlo por la vía correspondiente a través de una atenta nota dirigida al Ministerio de Relaciones Exteriores.

El caso fue tendencia en redes sociales donde el observatorio ciudadano volcó sus opiniones a favor y en contra de la causa de la Kattya, quien apenas disminuyó los decibeles de su violencia verbal luego de que le sacaran de su curul por la vía del juicio político que la misma compara con un golpe parlamentario, violación del Estado de Derecho y poco menos que un acto de terrorismo de Estado con la figura omnipresente de Horacio Cartes, a quien culpa de sus males y dolores, aunque el movimiento liderado por el ex presidente de la República haya propinado a la oposición -aliada con el abdismo y los holdings mediáticos- una de las peores derrotas de la era abierta.

El anterior presidente Mario Abdo Benítez es acusado de haber entregado las llaves del Paraguay al embajador norteamericano con el único gran objetivo de sacar de enfrente la figura de Cartes que, por entonces, lideraba los índices de preferencia electorales.

Se trata del mismo ex presidente de la República y actual titular de la ANR que salvó del juicio político a Marito, cuando este practicaba la peor versión de gobernabilidad y se prestaba alegre a los intereses de la oposición y los medios periodísticos aliados, todos ellos con grandes intereses crematísticos procedentes de negociados y licitaciones dirigidas, a más de la impunidad.

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