EBY no solo incumple sus compromisos con los afectados, sino les prohíbe innovar con el falso argumento de que la vivienda es de la Binacional.

Familias del populoso barrio Espíritu Santo de la ciudad de Cambyretá, afectadas por obras de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), en este caso la construcción del trayecto ferroviario hasta la cabecera del Puente San Roque González, acusan los rigores del estrés traumático provocado por la negativa de la Binacional, lado paraguayo, a cumplir con el pago de indemnización o reubicación de algunas familias que debido a la situación declarada se encuentran en un estado de indefinición extendida.

Es el caso de la familia Riveros Soley, que hace años se mantiene encriptada en su propiedad debido a un enorme y profundo zanjón construido por Yacyretá para el tendido del tramo de ferrocarril que unirá a localidades de la región con la cabecera del puente San Roque González y conectará con el servicio ferroviario argentino en la vecina ciudad de Posadas.

En una primera tasación del inmueble de los Riveros Soley, la EBY cometió un error o negligencia grave, al documentar las medidas de una propiedad ubicada nada menos que a 5 cuadras de la vivienda de los Riveros, y por el que ofreció indemnizar a esta familia con 20 millones de guaraníes, una suma considerada irrisoria y absolutamente alejada del costo real que debería incluir valores referenciales y plusvalías, a tenor de la ubicación privilegiada en una zona de alto valor comercial y demanda masiva de empresas inmobiliarias.

En vista a esta injusticia, los afectados presentaron un pedido de rectificación de coordenadas que resultó en una nueva medición y la posterior la adjudicación de 213.416.473 guaraníes de indemnización, que nunca ha sido honrados sino objeto de pimponeos jurídicos con el evidente propósito de alargar los plazos con algún despropósito o, como sostienen los perjudicados, con el único afán de apropiarse dolosamente de la valiosa propiedad.

Los pedidos de pagos correspondientes han sido sistemáticamente rechazados, bajo variados y burdos pretextos, lo que obligaron a una nueva solicitud de actualización de números para la indemnización de rigor, varios años después, lo que derivó en una orden de pago de 373 millones de guaraníes, que acusó la misma suerte de la anterior.

“Hasta este momento solo recibimos pretextos de parte de la EBY cuando acudimos a reclamar nuestros derechos, pero lo más patético es que, con el evidente afán de sacarse de encima la responsabilidad de pago, nos prometieron una casa digna para cumplir con la exigencia de relocalización o reubicación, a cambio de la cesión de nuestra propiedad, pero esa casa tampoco nunca apareció”, denunció Óscar Riveros, de 74 años, encargado con sus 13 hermanos del cuidado de doña Amanda, quien presenta dificultades para su desplazamiento debido a varias dolencias, muchas de ellas relacionadas con el golpe emocional recibido sucesivamente de la EBY ante sus gritos de reclamo de justicia.

Mientras esto ocurre impune en las narices de la EBY, sus autoridades miran para otro lado cruzándose de brazos, violando graves principios de igualdad y pago justo a la hora de honrar compromisos a las familias afectadas por obras relacionadas con el embalse como por la vía férrea, financiados con los millones de Yacyretá.

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