
El titular comunal emboscadeño alerta sobre el desastre ambiental que puede causar la evacuación directa de efluentes cloacales y líquidos residuales de la Penitenciaría Nacional al río Piribebuy. “Como Municipalidad, hicimos todo lo que se debe hacer, pero no nos hacen caso”, disparó Peña.
El intendente municipal de Emboscada, Silvio Andrés Peña, afirmó que la administración a su cargo ha solicitado en tiempo y forma informes a los dos Gobiernos anteriores sobre graves deficiencias estructurales denunciados y evidenciados en la construcción de la Penitenciaría Nacional, adjunta a la antigua cárcel Antonio de la Vega, ubicada en la Primera Compañía Minas, unos 5 kilómetros al Este de la ciudad.
“Hemos presentado todas las solicitudes posibles acerca de esa situación, específicamente el tema de impacto ambiental, pero nunca hicieron caso, y ahora empiezan a salir a luz pública detalles del desastre que en cualquier momento se puede desencadenar en ese lugar que alberga a centenares de reclusos, en caso de que el Gobierno actual no actúe de forma inmediata”, señaló Peña.
De esta forma, dio su versión acerca de una publicación en las redes sociales que evidencia la falta de entubamiento y laguna de tratamiento de efluentes cloacales y líquidos residuales en la Penitenciaría Nacional de Emboscada. Debido a estas deficiencias gravísimas, los efluentes van a parar directamente al río Piribebuy y, más tarde, al río Paraguay, “generando un peligro inminente de impredecibles consecuencias”, advierte el singular posteo del ciudadano emboscadeño Cristian Emilio Vera, del cual se hizo eco nuestro diario.
Consultado sobre el tema, el intendente Peña explicó que los requerimientos a sucesivos ministros de Justicia fueron a caer en saco roto, en desprecio de la salud y el bienestar de los reclusos, personal penitenciario y funcionarios que desempeñan labores en la cárcel de hombres, a la que sumó recientemente una población de 600 mujeres trasladadas del penal El Buen Pastor, de Asunción.
La construcción de obras de ampliación y mejoramiento del penal de Emboscada, para convertirse en penitenciaría nacional, comenzó durante el gobierno de Nicanor Duarte Frutos, y continuó con los presidentes Fernando Lugo, Federico Franco y Mario Abdo Benítez.
En diciembre de 2019, durante la gestión de Cecilia Pérez como ministra de Justicia, se realizó una mesa de trabajo interinstitucional sobre la situación de la Penitenciaría Nacional de Emboscada, con la presencia de la ministra Pérez; el presidente de la Conaderna (Comisión Nacional de Defensa de Recursos Naturales), Blas Lanzoni; el director de Obras del MOPC, Arq. José Kronawetter, y el intendente municipal de Emboscada, Silvio Andrés Peña, secundado por concejales de esta ciudad cordillerana.
En la ocasión, se realizó la presentación y revisión de la declaración de impacto ambiental, y se discutieron los ajustes a aplicarse a la obra carcelaria inicial, entre otros temas de interés penitenciario y municipal.
Reuniones similares se hicieron durante la gestión de los ministros de Justicia, Julio Javier Ríos y Eber Ovelar, sin resultados en hechos sino en papeles.
“Todo lo que hemos acordado quedó en el intento porque los sucesivos ministros de Justicia, que son los responsables directos de esto que está pasando, sencillamente archivaron el tema de impacto ambiental, y muy pronto la situación puede estallar, cuando aparezcan señales de contaminación en el río Piribebuy y también en río Paraguay donde desemboca, con secuelas impredecibles que seguramente alcanzarán a nuestra ciudad”, disparó Peña.

