Choferes exponen hartazgo ante los altos precios de combustibles en Paraguay, en medio de la sordera crónica del ejecutivo nacional que no se da por enterado de la baja en los precios internacionales del petróleo y mantiene anestesiadas sus altísimas tarifas. (Foto: Diario La Nación).
El gobierno fallido de Mario Abdo Benítez no tiene ojos ni oídos para enterarse que el precio internacional del petróleo en el mercado internacional se ha reducido de los 120 dólares por barril, en la peor emergencia de la guerra en Ucrania, a un promedio de 100 dólares, suficiente para bajar de inmediato el precio de las naftas y el gasoil en los servicentros del Paraguay, pero prefiere salir en contra de los intereses de la gente para beneficiar una vez más a sus opulentos amigos gasolineros, que establecen sus tarifas a dedo, según su exclusiva conveniencia, mientras elefantes blancos que fungen de oficinas defensoras de derechos del consumidor vegetan y miran para otro lado.
De esta manera, la situación del negocio de los combustibles marcha viento en popa en los altos círculos del amiguismo y la complicidad gobierno-gasolineros, mientras la población sumergida en necesidades es obligada, al mejor estilo del socialismo bolivariano, a hurgar en el imaginario cómo sortear el día en medio de precariedades y falta de dinero.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), referente internacional en la oferta y la demanda, ha amanecido este miércoles con un promedio de 106,27 dólares por barril de petróleo (dpb), mientras el Brent británico se mantiene en torno a los 103,63 dpb y el WTI norteamericano cotiza este día a 95,25 dpb.
En todos los casos el petróleo ha bajado en los mercados, si se tiene en cuenta el alza significativa experimentada a comienzos y durante la peor época de la guerra de Rusia en Ucrania, opinan especialistas de diversos países que coinciden en la necesidad, e importancia, de que los gobiernos actúen en consonancia con estas cotizaciones a la hora de establecer los precios de los carburantes en las gasolineras.
En Paraguay, se sabe que Petropar (el ente que maneja el tema de los combustibles) es un apéndice del gobierno, en este caso de Marito, que ante la posibilidad de disminuir los privilegios a sus amigos gasolineros prefiere mantener los altísimos precios de los combustibles, en una medida impopular y perjudicial para los intereses de la gente.
“No le interesa el pueblo sino los millonarios como él, por eso nada hace para beneficio de la ciudadanía sino todo lo contrario, y el caos en que se encuentra el país es resultado de su desastrosa gestión que, en una muestra de increíble caradurez, pretende darle continuidad a través de su sucursal Hugo Velázquez, que es igual o peor que él”, expresa con respecto a Abdo Benítez el indignado social Agustín Caballero.