Sapienza recibe uno de los tantos galardones por su trabajo. Basado en investigaciones y datos certeros dio una cátedra de conocimiento a medios opositores-abdistas que cuestionan, sin soporte cognoscitivo, la compra de aviones brasileños por parte del gobierno nacional.

El experto en temas aeronáuticos Antonio Luis Sapienza, con varios premios y reconocimiento mundial sobre investigación, libros y enseñanza de aviación, puso en ridículo a un diario opositor de Asunción que puso en tela de juicio la compra, por parte del gobierno nacional, de 6 aviones Súper Tucano por 121 millones de dólares.

“Nada saben”, dio a entender indirectamente el también historiador paraguayo de aviación que publicó unos 500 artículos especializados en revistas de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, España, Francia, Inglaterra, Italia, Paraguay, Estados Unidos y Uruguay.

A continuación, y por la importancia del tema en un momento donde la oposición y el abdismo disparan municiones verbales de grueso calibre contra todo lo que signifique “gobierno nacional”, publicamos la aclaración in extenso de Sapienza, que es tendencia en las redes sociales y, al final, parte de su hoja de vida profesional:

“Por salud mental, no contesto la cantidad de boludeces y pelotudeces escritas en las redes sociales y en los portales de los principales diarios del país.

“Con relación al paquete de 121 millones de dólares para la adquisición de los A-29 Súper Tucano, dicho monto incluye:

  1. Seis Embraer EMB-314/A-29 NG Súper Tucano nuevos, no como los ofrecidos a Uruguay en 2017 que eran usados con 10 a 12 años de antigüedad, o los comprados por Colombia en 2005, de la primera versión.
  2. Sistemas de armas para los 6 Súper Tucanos, incluyendo soportes subalares para misiles aire-aire, más bombas convencionale, bombas inteligentes guiadas por láser, coheteras o tanques auxiliares de combustible. Los ofrecidos a Uruguay no tenían este sistema de armas y los adquiridos por Colombia lo tuvieron, pero pagaron aparte, por eso el precio de adquisición fue menor, pero al final aumentó considerablemente al adquirir las armas.
  3. Un simulador de vuelo de última generación para el entrenamiento en tierra de los futuros pilotos de Súper Tucano.
  4. Un hangar especial para guardar las aeronaves.
  5. Entrenamiento en Brasil de 8 pilotos y 12 mecánicos de aviación de la FAP.
  6. La revitalización de los seis AT-27 Tucanos que posee actualmente la FAP (desde 1987, con 37 años de uso y al borde de su vida útil). Esta revitalización incluye el cambio de toda la aviónica (instrumentos) analógica por digitales y la revisión completa de la estructura de las aeronaves, que permitirá extender la vida útil de las mismas por al menos 15 años más.

“En el artículo publicado en el diario ABC Color el cronista menciona unos supuestos ‘expertos’ (de teclado, seguro) que manifiestan que el paquete es ‘caro’ en comparación con el de Colombia (ya pasaron casi 20 años y los precios no son estáticos para siempre ¿no? Además, dicen que Paraguay debía considerar otras opciones, inclusive Europa. Esto demuestra el desconocimiento total de la realidad paraguaya. Adquirir aeronaves de combate, tanto de Estados Unidos como de países europeos, implica un mayor costo (5 ó 6 veces más que el paquete de Súper Tucano), la logística es lejana y cara, al igual que el entrenamiento, y operar un jet de combate americano o europeo está fuera de nuestro alcance, y les doy un ejemplo: Una hora de vuelo de un Súper Tucano cuesta alrededor de 1.500 dólares, incluyendo el combustible. En el caso de un F-16, dicho costo es de 22.514 dólares la hora. Tuichá la diferencia. Por supuesto que la FAP ha considerado otras opciones como el avión Pampa de Argentina, descartado por un pésimo servicio logístico y posventa, el ALCA checo, el YAK-130 ruso, el T-6 Texan II e inclusive los F-16 americanos usados, pero todo esto se descartó por los costos elevados de adquisición, mantenimiento, logística y entrenamiento.

“Brasil es nuestro vecino y tenemos acuerdo con ellos a través de la Misión Técnica Aeronáutica Brasilera, que está en Paraguay desde 1981. Nuestros oficiales y suboficiales van becados al Brasil todos los años, y además ya tenemos varios pilotos formados en los Súper Tucanos.

“Finalmente, dejemos de comparar salud y educación con defensa porque cada uno tiene su propio presupuesto y el problema no es la plata sino la gestión. Salud Pública tiene un presupuesto de 8,08 billones de guaraníes para este año 2024. Educación tiene 112,5 billones de guaraníes y Defensa 2,3 billones (tuichá la diferencia). La compra del paquete Embraer no saldrá del presupuesto y seguramente se recurrirá a un préstamo pagadero a largo plazo.

“Estas adquisiciones para defensa son necesarias para proteger el espacio aéreo del Paraguay y dejar de ser considerados como un país que facilita el narcotráfico y el contrabando. La FAP tiene la misión constitucional de cuidar y proteger el espacio aéreo, pero necesita de más aeronaves y de un buen sistema de radares. No se puede controlar el espacio aéreo con 6 viejos Tucanos al borde de su vida útil”.

Antonio Luis Sapienza: Realizó estudios de perfeccionamiento en lengua inglesa en la Tulane University en New Orleans y metodología de enseñanza en la San Diego State University en California; historiador aeronáutico, ha investigado por más de 25 años la aviación civil, comercial y militar de Paraguay, publicando casi 500 artículos en revistas de prestigio internacional; producción del libro “POTEZ 25”, publicado en Francia por la editorial LE.LA Presse de Boulogne-sur-Mer; autor del libro “Aircraft of the Chaco War, 1928-1935” en co-autoría con Daniel P. Hagedorn, del National Air & Space Museum de Washington, D.C.; integrante de historiadores latinoamericanos que publicó los siguientes libros: “Pioneros de la Aviación Iberoamericana”, “La historia de Líneas Aéreas Paraguayas”, y “La contribución italiana en la aviación paraguaya”, entre tantos otros.

Es miembro fundador del Instituto Paraguayo de Historia Aeronáutica “Silvio Pettirossi” y miembro correspondiente en Paraguay de la Academia de Historia Aeronáutica del Uruguay, el Instituto Nacional Newberiano de Argentina, el Instituto de Investigaciones histórico-aeronáuticas de Chile, la Academia Colombiana de Historia Aérea, el Instituto Boliviano de Historia Aeronáutica, el Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire al igual que el Instituto de Historia y Cultura Aeronáuticas de España, y del Latin American Aviation Historical Society.

Recibió varias condecoraciones en Paraguay y el exterior, y ha participado en varios congresos internacionales de historia aeronáutica con ponencias sobre la historia aeronáutica paraguaya, tanto en Argentina, Brasil, Chile, España, Perú y Uruguay, entre otros trabajos, actividades y estudios en nuestro país y el exterior.

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