Eduardo era un muchacho decente y trabajador que encontró la muerte de manos de un criminal que huyó cobardemente de la escena del crimen, lamentan familiares de la víctima fatal, en medio de la desidia fiscal para cumplir la ley que ordena justicia pronta y barata.

Familiares del joven Eduardo Miguel González Vallejos, fallecido tras ser arrollado por un hombre que se dio a la fuga, denunciaron que el expediente se mueve a cuentagotas en la oficina del fiscal interviniente, Bernardo Elizaur de Emboscada, ciudad donde ocurrió el fatal desenlace de tránsito el pasado 12 de enero de 2024 alrededor de las 21:00 horas, según el parte policial.

“Ya vamos por el segundo mes desde que ocurrió la tragedia y la fiscalía prácticamente no ha hecho nada, más que enviar un oficio al puesto de control de peaje ubicado a la entrada de la ciudad, sobre la ruta 3, por donde creemos que se desplazaba el furgón color blanco manejado por el hombre que mató a mi hijo”, afirmó la acongojada madre de la víctima, Graciela Vallejos.

El entonces fiscal interino de la Unidad Penal N° 11 de Emboscada, Carlos Maldonado, recién el pasado 24 de enero, casi dos semanas después del arrollamiento fatal, envió una nota a las autoridades encargadas de los dos puestos de peaje de ida al interior ubicados en la entrada a Emboscada solicitando el video de todos los conductores de vehículos que pagaron peaje el 12 de enero, para poder identificar al chofer criminal.

«Sin embargo, hasta ahora no se tiene ningún tipo de novedad, ni de este trámite ni de otras supuestas diligencias ordenadas por el fiscal Elizaur para identificar al hombre que mató a mi hijo, entre ellos acudir a su lugar de trabajo en base a datos que le acercaron extraoficialmente», apuntó la atribulada mamá.

Testigos ocasionales coinciden en afirmar que poco antes del desenlace fatal, Eduardo salía de su lugar de trabajo y se dirigía a su casa caminando por la banquina, cuando de repente apareció en escena el vehículo asesino que le atropelló y le dejó abandonado al costado del camino con graves lesiones que determinaron su fallecimiento casi en el acto, según vecinos.

Los datos señalan que, lejos de quedarse a asistir a la víctima como ordena la ley, el chofer del furgón blanco abandonó a toda velocidad la escena del crimen para perderse en la distancia hasta hoy día, cuando aún se mantiene prófugo sin comunicarse siquiera con los familiares de la víctima para brindarles algún tipo de ayuda.

«El tipo vio perfectamente cuando le atropelló a Eduardo, por lo que no puede alegar accidente, a menos que haya estado borracho o bajo efectos de alguna sustancia», comentó el testigo tras lamentar la muerte de su amigo y añadir que se trataba del hijo único de la familia, trabajador y sin vicios.

«Lo único que pido es que se le identifique al chofer asesino para enfrentar a la ley, pero para eso el fiscal interviniente tiene que trabajar, porque hasta ahora no ha hecho nada por la causa de mi hijo», recalcó la desconsolada madre ante el panorama desalentador emitido por el Ministerio Público de Emboscada.

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