Los agentes, preparados como para ir a la guerra al estilo Vietnam, les cuestan al país millones de dólares que son tirados a la basura porque los costosos operativos nunca arrojan narcos detenidos, con lo cual «se mata el perro, pero no la rabia».

Un ejército operativo de hombres, armas automáticas, equipos y logística suficiente se trasladó hasta el Departamento de Amambay para el desarrollo de acciones que buscan atacar al narcotráfico y afectar el capital de las organizaciones criminales responsables de centros de producción de marihuana, que alimentan a las facciones criminales internacionales.

Así informaron fuentes de la Senad tras dar a conocer el inicio de la edición número 42 de la Operación «Nueva Alianza», surgida en base a un convenio de cooperación entre la institución antinarcótica paraguaya y la Policía Federal del Brasil, teniendo como eje la responsabilidad compartida en la lucha contra el crimen organizado en la región, concentrándose en este caso en la zona de Capitán Bado, fronteriza con la ciudad brasileña de Coronel Sapucaia.

En ese sentido, equipos tácticos de la Senad, con apoyo de personal de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), helicópteros de la Fuerza Aérea Paraguaya y la Policía Federal del Brasil realizan incursiones desde este martes.

Durante la primera jornada lograron desmantelar 20 campamentos narcos y erradicar unas 28 hectáreas de cultivos de marihuana. Todas las intervenciones se encuentran bajo la coordinación del Ministerio Público.

En solo esta primera jornada de operativos, se estima que fue anulada la circulación de 84 toneladas de marihuana, que iban a ser destinadas casi en su totalidad al demandante mercado de Brasil, donde el costo de comercialización se multiplica al menos 5 veces más que el precio en Paraguay.

La intervención representa un lucro cesante de al menos 2,5 millones de dólares para la mafia del narcotráfico, señala el informe, que alude a otros operativos en lista a ser realizados en diferentes puntos del Departamento de Amambay con el objetivo de afectar significativamente la logística y finanzas del crimen organizado.

Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) anualmente en promedio se incautan en todo el mundo unas 5.000 toneladas de marihuana como resultado de 1 millón de operativos policiales. Sin embargo, «Nueva Alianza» alcanza dicha cifra solo en 6 operaciones similares, sostiene la Senad.

Llamativamente, en una omisión repetida en todos los operativos donde participa la Senad, no se dan a conocer datos sobre detenciones de narcotraficantes o de personas sospechosas de pertenecer a las organizaciones mafiosas.

De esta manera, los operativos no pueden tildarse de exitosos sino de enormes gastos sin retorno, o millones de dólares tirados a la basura, porque “matan el perro, pero no la rabia”, destruyendo toneladas de macoña pero manteniendo intacta la estructura de producción y la cadena de comercialización.

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