Adherente histórico del socialismo bolivariano, el exministro de izquierda fue sacado de su termo al solo efecto de disparar munición gruesa contra el actual gobierno. «Todo está mal», en su particular visión de la gestión país.

En una de sus creativos recursos la oposición acudió a la colaboración del exministro de Hacienda, Dionisio Borda, para encargarse de disparar veneno contra todo lo que signifique oficialismo o coloradismo no abdista con la evidente finalidad de plegarse a los detractores que pese a la histórica derrota en las pasadas elecciones continúan firmen con su electoralismo con la ayuda de medios amigos.

Borda es reconocido en el ámbito productivo rural como “enemigo” desde que usó y abusó de sus prerrogativas de ministro, durante la época del entonces presidente zurdo Fernando Lugo, para poner palos a la rueda agropecuaria y, con la misma retórica de la izquierda chavista que regía en Paraguay, priorizó el electorado popular antes que el desarrollo país con el incentivo a la producción extensiva formal.

El poderoso exministro luguista también ha hecho enormes esfuerzos para satanizar la soja y la carne, y otras producciones intensivas, como el maíz transgénico, demonizado in extremis en el mismo sentido que sus camaradas bolivarianos hermanados con el luguismo apátrida y perverso.

“Todo está mal” en el gobierno de Santiago Peña, es el mensaje de Borda, quien se mantuvo ciego, sordo y mudo durante el pasado gobierno de Marito, acusado del infame robo de recursos siderales del covid y de armar un gabinete exclusivamente anticartista, con resultados que están a la vista.

Borda evacua a discreción su veneno a través del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep) y los medios amigos, y llamativamente intensificó su tiroteo contra la gestión de Santiago Peña luego de que su joven hijo, que entró a trabajar en la EBY con G. 50 millones de salario durante el gobierno de Marito, fuera echado de su cargo por «reorganización».

“Le sacaron de su termo solo para tirar veneno”, señala en su sitio social un adherente del oficialismo que recuerda los pasos a quemarropa dados por Borda en su momento para ponerse al día con Lugo, el exobispo devenido en presidente tildado de anatema, degenerado y corrupto por sus detractores ideológicos, que fue echado del gobierno cuando estaba a punto de entregar el país a los brazos del socialismo y ceder las tierras productivas a supuestos campesinos sin tierra que constituían su brazo armado.

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