Llamativo silencio expone la embajada americana, en sugestivo contraste con el gobierno anterior cuando, liderados por el propio Marito y la oposición agavillada, los diplomáticos extranjeros exhalaban a boca llena su perfil intervencionista contrario a la soberanía del Paraguay.

La embajada americana no se ha expedido aún sobre el comentado caso que derivó en la muerte del diputado nacional Eulalio “Lalo” Gomes.

La situación no pasa desapercibida en el observatorio ciudadano, que recuerda cómo en el pasado gobierno la embajada de Estados Unidos técnicamente recibió la llave del Paraguay para oficiar de agente anticartista aliado con la oposición, el entonces oficialismo abdista y los holdings mediáticos amigos, interesados todos en instalar la agenda globalista en este país.

Posteadores de las redes sociales no perdieron el tiempo para llamar la atención sobre el raro comportamiento de la embajada en un momento quemante para la política paraguaya con la muerte, en sospechosas circunstancias, de un diputado de la nación, nada menos.

“Pero qué raro. Qué estará pasando por la mente del cuestionado embajador que tarda más de la cuenta en salir a opinar sobre el caso Gomes”, disparó Juan Antonio Licitra.

“Enorme culebrón se armó en el tema ya que muchos mandamases metidos en chanchullos viciosos estarán con las barbas en remojo porque parece que ahora la cosa va en serio”, opinó Leandro Genes, en coincidencia con otros ciudadanos que alegan extrañeza por el silencio de la embajada americana y las demás legaciones diplomáticas acreditadas ante el Paraguay que se mantienen calladitas, en un agudo contraste con la actitud asumida corporativamente durante el gobierno de Marito, cuando opinaban, preopinaban, juzgaban y sentenciaban de forma abierta impulsados por los medios amigos.

Fuentes extraoficiales dan a entender que el Tío Sam tendría algún tipo de involucramiento en el operativo que derivó en la sospechosa muerte del diputado Gomes, desde el momento que el gobierno de Joe Biden ha ordenado medidas de fondo en países o dominios donde el crimen organizado ha echado raíces.

Paraguay es señalado como país de tránsito de enormes cargamentos de droga, especialmente marihuana y cocaína.

Durante el gobierno de Marito, fuerzas antinarcóticas de ultramar se incautaron de más de 65 toneladas de cocaína procedentes del Paraguay, que lograron vulnerar impune y abiertamente los controles devenidos en “puntos de exportación”.

El entonces poderoso ministro de la Senad, Arnaldo Giuzzio, fue descubierto en vínculo con un conocido capo del narcotráfico, pero se mantiene aún libre arropado por una cuestionada impunidad, al igual que su entonces jefe, Mario Abdo Benítez.

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