El Presidente se dirige a los representantes molineros de 20 países de la región alentándoles a seguir produciendo para alimentar a la gente y destacó el ambiente ideal para los negocios que ofrece el Paraguay.
En el contexto del acto inaugural de la 42ª asamblea anual de la Asociación Latinoamericana de Industriales Molineros (ALIM 2024) realizado en el salón de eventos de la Conmebol en Luque, el presidente de la República, Santiago Peña, resaltó el potencial del país y la importancia de la integración regional para impulsar el desarrollo.
Con un marco imponente de representantes de 20 países de la región, Peña afirmó que el evento es una oportunidad para fortalecer la colaboración entre los países latinoamericanos y promover el crecimiento de la industria molinera, esencial para la seguridad alimentaria y el bienestar de la gente.
Paraguay ha progresado mucho en diferentes frentes y su desarrollo productivo es innegable, enfatizó, tras recordar que hace 28 años se realizó este mismo evento en Asunción y entonces la nación estaba dando sus primeros pasos para transitar de una economía centralizada hacia una economía de mercado.
Desde ese tiempo a esta parte el Paraguay ha concretado significativos logros como la consolidación de su sistema bancario con una política fiscal a largo plazo que le permite avanzar hacia un crecimiento y desarrollo genuino, apoyado por la inversión del sector privado, entre otros, mencionó.
Señaló que la única región en el mundo que tiene la capacidad de proveer suficientemente la demanda alimentaria de la población es Sudamérica, lo cual calificó como una “enorme responsabilidad” en el sentido de hacer esfuerzos no solo para mantener esta situación sino no cansarse en buscar nuevos horizontes o mercados.
“Paraguay ha emprendido un trabajo de liderar el proceso de integración con el Mercosur para llevar adelante acuerdos de libre comercio que permitan encaminar dichos objetivos”, recalcó.
Peña sostuvo también que este país quiere ser el centro de la integración, para lo cual se requiere un esfuerzo colectivo “que lo tenemos que hacer entre todos”, y derivó a la iniciativa privada la oportunidad de ser protagonista de la integración productiva americana.