La abuelita de 90 años aparece rodeada de sus nietos en edad escolar en la otrora dinámica vivienda familiar que enfrenta una polémica orden de desalojo de la EBY, que se niega a pagar indemnización, según las denuncias.

Organismos de Derechos Humanos en Paraguay consultados por este diario afirman que han tomado nota de los abusos de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) contra la vida, la integridad y el bienestar de una abuelita de 90 años de edad y niños en edad escolar, afectados por una polémica orden de desalojo que coloca a la Binacional en el ojo internacional.

Documentos y datos recogidos por La Mira señalan que el conflicto arrastra 16 años de negociaciones para que la familia Riveros Soley abandonara la propiedad ubicada en una zona aledaña a Encarnación afectada por un proyecto ferroviario, ante la negativa de la EBY a desembolsar el monto resultante de la tasación y el incumplimiento de un acuerdo para la entrega de una vivienda en Encarnación a cambio de la propiedad en litigio.

Uno de los organismos que se adelantó en anunciar un pedido de investigación del caso a través de las instituciones o entidades correspondientes, y la posibilidad de denunciar el caso ante instancias internacionales, es la Comisión de Derechos Humanos del Partido Frente Amplio.

A través de voceros, la organización política mostró interés en llegar al fondo de la cuestión, concentrando su objetivo en la situación de apremio que enfrentan personas en estado de vulnerabilidad, específicamente la anciana nonagenaria y nietos menores de edad en edad escolar.

El caso adquiere relevancia e interés después de conocerse detalles de las trapisondas urdidas por autoridades de Yacyretá para desalojar a varias familias de zonas afectadas por obras sin el pago justo establecido en la Ley de Indemnización.

En Paraguay, los derechos humanos están reconocidos en la Constitución y ratificados a través de convenios internacionales, como la Convención Americana sobre Derechos Humanos, y la acción directa de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy).

Uno de los desafíos pendientes es frenar los abusos contra personas vulnerables por parte del poder, entre ellas niños y adolescentes y, en el caso del barrio Espíritu Santo de los aledaños de Encarnación, una anciana de 90 años de edad que está a punto de ser dejada en la calle por la EBY.

Amanda Soley Vda. de Riveros, lúcida aunque con señales de achaques en su salud, denunció a La Mira que “la EBY quiere sacarnos de nuestra propiedad sin darnos nada a cambio, en una muestra de prepotencia que no voy a permitir porque si quieren sacarme por la fuerza, como mandaron decir, van a tener que pasar sobre mi cadáver”.

La Constitución paraguaya consagra derechos fundamentales como la vida y la integridad personal que, en el caso de integrantes vulnerables de la familia Riveros Soley, están siendo pisoteadas desde hace varios años por la EBY.

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