Solo rastros de la mafia tras la incursión de los agentes especiales, que presumen la destrucción de centenares de toneladas de droga pero no detienen a ningún narco, a pesar de la formidable estructura en armas, equipos y sumas siderales de presupuesto.

La Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) acaba de asestar un golpe contundente al crimen organizado, en esta ocasión en un área natural protegida, donde fueron destruidos más de 100 hectáreas de marihuana, que sugieren un total de 331.930 kilos de la droga, y 16 campamentos narcos, según la oficina de Prensa de la institución antinarcótica que hizo referencia explícita al operativo realizado en la Reserva Natural del Bosque Mbaracayú, zona fronteriza con Brasil en el corredor vial del narcotráfico.

En una operación conjunta entre la Senad y el Comando de Operaciones de Defensa Interna (Codi), con el respaldo de la Fundación Moisés Bertoni, se ejecutó la Operación Mbaracayú II/2025, orientada a desarticular centros de producción y acopio de marihuana instalados de forma ilegal dentro de una de las reservas más importantes del país.

El objetivo central consistió en frenar el avance de organizaciones criminales que depredan los recursos naturales para instalar cultivos ilícitos, afectando gravemente la biodiversidad de esta área protegida.

En los últimos años, de las 64.000 hectáreas que componen el Bosque Mbaracayú, al menos 3.000 hectáreas ya fueron afectadas por el avance del narcotráfico, especialmente el cultivo de la marihuana.

Resultados operativos

Durante cinco días de incursiones aéreas y terrestres, con el apoyo de helicópteros de la Fuerza Aérea Paraguaya, los equipos especiales localizaron y desmantelaron 16 campamentos narcos y procedieron a la erradicación manual de 102 hectáreas de cultivos de marihuana.

También se incineraron 25.930 kilos de marihuana lista para su distribución (picada y en ramas).

Según los cálculos técnicos, la operación logró sacar de circulación un total estimado de 331.930 kilos de marihuana, lo que representa una pérdida económica para las estructuras criminales de aproximadamente 9.957.000 dólares (más de 79.663 millones de guaraníes).

La Senad reafirma su compromiso con la protección de los territorios naturales y la lucha frontal contra el narcotráfico, especialmente en zonas vulnerables a la ocupación ilegal por parte de grupos criminales.

“La defensa del Bosque Mbaracayú no solo es una cuestión ambiental, sino una política de seguridad estratégica para el país”, afirma la institución antinarcótica nacional.

Lamentablemente, el informe oficial de la Senad no alude a detenciones de narcotraficantes, en una práctica común que hace sospechar la existencia de pactos de silencio con las bandas criminales, que de esta manera tienen campo libre y mano abierta para continuar con el negocio de forma abierta e impune y, lo peor, con la complicidad estatal.

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