«A nivel de Gobierno, el manejo de recursos con el tema de la pandemia es una gran improvisación», lamentó Ojeda, tras cuestionar la indolencia para salvaguardar los puestos laborales de millares de trabajadores.
“El Presidente de la República, a través de los organismos correspondientes, se pasa recomendando a la población a lavarse las manos para evitar el contagio con el coronavirus, pero el que realmente se lava las manos es él, porque no ha mostrado la menor intención de salvaguardar los puestos laborales de millares de compañeros obreros que hoy día están en la calle como víctimas de despidos”, afirmó el dirigente sindical Eduardo Ojeda.
Afiliado histórico a la Corriente Sindical Clasista (CSC), Ojeda disparó munición gruesa contra la política de Estado para el manejo del tema laboral durante la pandemia del coronavirus.
“A nivel de gobierno, esto es una improvisación total”, señaló, tras poner en tela de juicio la capacidad de la propia ministra del Trabajo, Carla Bacigalupo, para la administración adecuada de la situación.
“Para nadie es novedad que se veían venir tiempos peligrosos para todos, incluido el sector productivo, que otorga fuentes de trabajo para millares de compañeros y compañeras, pero lo injustificable del Gobierno es que no haya podido redondear un proyecto que ponga en el tapete a todos los perjudicados en un mismo plano de igualdad”, alegó.
Ojeda sostuvo que mientras el sector privado ojea margaritas para ver cómo paliar los efectos de la crisis, el estamento público permanece incólume en sus puestos laborales, “mientras en otro sector, el Poder Legislativo, juegan un partido aparte a favor de los privilegios de los burócratas estatales, chuleando a la población que espera de ellos al menos un ápice de consideración y patriotismo”.
“Esto evidentemente no ocurre, sino todo lo contrario, porque los funcionarios con salarios siderales, que en los casos de las binacionales son una verdadera bofetada al pueblo trabajador, hacen causa común a favor de sus privilegios con la complicidad de las autoridades, mientras los ‘comunes’ debemos hacer malabarismos para sortear el día a día, pescando como mendigos de ollas populares donde, como siempre, son los pobres los que se compadecen de los pobres”, disparó.